Agradecimientos

Mi más sincera gratitud para el Ontario Arts Council por financiar este proyecto.

Gracias:

Mamá, por inspirar mi amor por la lectura, y papá, por ser el primero en leer todo lo que escribía.

Bruce Geddes y Sayeeda Jaigirdar, por leer este libro en sus numerosas versiones a lo largo de los años y ser los mejores compañeros de crítica que cualquiera podría pedir.

M. G. Vassanji, por ser el primero en mirar a Zarin Wadia con ojo crítico.

Joe Ponepinto, por publicar la historia de Zarin en The Third Reader en 2008, cuando solo constaba de cinco mil palabras.

Barbara Berson, por sus valiosos consejos sobre uno de los primeros borradores de este libro.

Eleanor Jackson, por defendernos siempre a este libro y a mí.

Susan Dobinick, por ver el potencial de este libro.

Janine O’Malley, por responder pacientemente a todas mis preguntas y por ocurrírsele el mejor título final.

Elizabeth Clark, por diseñar la preciosa portada de este libro.

Melissa Warten, Chandra Wohleber, Mandy Veloso, Kelsey Marrujo y todas las demás personas que trabajan en FSGBYR, por su apoyo para que Una chica como ella fuera el mejor libro posible.

Brian Henry, Lauren B. Davis, Sherry Isaac, Mayank Bhatt y Heather Brissenden, por brindarme ánimo mientras escribía este libro a lo largo de los años.

Y, por último, pero no por ello menos importante: Yeda, por los recuerdos.