Jugar con el corazón
La excelencia no es suficiente
Xesco Espar
Primera edición en esta colección: febrero de 2010
Sexta edición en esta colección: septiembre de 2011
© Xesco Espar, 2010
© de la presente edición: Plataforma Editorial, 2010
Plataforma Editorial
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ISBN EPUB: 978-84-15577-32-4
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Para Pol, Anni y Clara.
Porque vuestra mirada y vuestra sonrisa
encienden cada día mi corazón.
Contenido
Portadilla
Créditos
Dedicatoria
Todos tenemos tres vidas
1. La excelencia no es suficiente
2. Jugar con el corazón
3. El peligro es no arriesgar
4. Creer para ver
5. Romper límites
6. En quién te conviertes
7. Cómo trabajar en equipo
8. Liderar y dirigir un equipo
9. Tu vida es ahora
Comentarios de los lectores
Opinión del lector
Todos tenemos tres vidas
Todos tenemos tres vidas: una vida pública, una vida privada y una vida secreta.
Nuestra vida pública es la que conoce todo el mundo. Nos permite ganarnos la vida. Está formada por nuestro círculo de contactos personales, los compañeros del trabajo, los amigos que simplemente son conocidos, la gente de nuestro sector profesional… Por suerte o por desgracia, se trata de la gente con la que solemos pasar la mayor parte del tiempo, de manera que demasiadas veces confundimos esta vida pública con nuestra vida real.
Nuestra vida privada nos da, y a veces nos quita, estabilidad. La forman la familia y los amigos más íntimos. Nos prometemos una y otra vez dedicarle el tiempo que decimos que merece, y a veces hasta casi lo conseguimos, aunque sólo a veces. Nos ofrece descanso, ocio y diversión. Y lo más importante: nos llena con amor.
Pero es la vida secreta la que genera nuestra fuerza vital. Ella es la guardiana de nuestros sueños más intrépidos y en ella nacen la pasión y todas las aspiraciones. Aquí se guardan los sueños que ni siquiera nos atrevemos a compartir, por temor a que nos traten de locos.
En la vida secreta las personas están solas, o con algunos compañeros ocasionales de viaje, pero aquí es donde se fragua su verdadero destino. En lo más profundo del corazón nacen y arrancan todos los proyectos que después pasarán a las demás vidas. Nuestra vida secreta es la esencia de nuestro ser.
A veces concibo mi vida secreta como la parte oculta de un iceberg. La pública y la privada son apenas un pedazo visible de algo mucho más grande y fuerte. Precisamente porque mi vida secreta siempre ha sido extraordinaria, su fuerza me ha permitido reequilibrarme cada vez que en la parte visible he recibido un duro golpe. Mi vida secreta, mis objetivos, sueños e ilusiones han ido fraguándose al calor de una irrefrenable pasión por compartir los extraordinarios regalos que la vida me ofrece constantemente.
Ciertamente, esos tres maravillosos años al frente de un equipo deportivo sensacional no podrían entenderse sin una vida secreta asombrosa.