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EDITORIAL CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 VILADECAVALLS

(Barcelona) ESPAÑA

libros@clie.es

http://www.clie.es

 

 

 

 

© 2013 por Hernandes Dias Lopes

© 2015 Editorial CLIE para la edición en español

Publicado por la Editora Hagnos Ltda. avenida Jacinto Júlio, 27

Cep 04815-160, São Paulo, SP, Brasil con el título GOTAS DE ALEGRIA PARA A ALMA.

Esta edición se publica con autorización por contrato con la Editora Hagnos Ltda.

 

 

 

ISBN electrónico: 978-84-8267-957-0

(ISBN de la versión impresa: 978-84-8267-825-2)

 

 

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447).

Índice

 

 

 

Portada

Créditos

Sobre el autor

Dedicatoria

Presentación

Prefacio

 

Enero

1 de enero: La alegría de la boda

2 de enero: La alegría de la comunión con Dios

3 de enero: Esta vez alabaré a Jehová

4 de enero: Dios trabaja a nuestro favor, y no contra nosotros

5 de enero: La alegría del amor conyugal

6 de enero: La alegría de la reconciliación

7 de enero: La expresión más grande de amor

8 de enero: Betel, conociendo al Dios de sus padres

9 de enero: Peniel, conociendo al Dios de su salvación

10 de enero: El-bet-el, conociendo al Dios de la restauración

11 de enero: Prosperando en el desierto

12 de enero: Donde hay agua, toda la tierra es buena

13 de enero: El desafío de ser un joven puro

14 de enero: Acoso sexual, un peligro real

15 de enero: Graneros abiertos

16 de enero: Rama fructífera

17 de enero: Esperanza en medio del desespero

18 de enero: Destronando a los dioses

19 de enero: Libramiento por la sangre

20 de enero: Un callejón sin salida

21 de enero: Jehová Rapha

22 de enero: Amar a Dios y al prójimo

23 de enero: Dios vino a habitar con los hombres

24 de enero: El arca del pacto

25 de enero: La lepra del pecado

26 de enero: El síndrome del saltamontes

27 de enero: Mirar a Jesús

28 de enero: Dios, nuestro único Señor

29 de enero: Educar a los hijos para Dios

30 de enero: No tenga miedo

31 de enero: El Señor hará maravillas mañana

 

Febrero

1 de febrero: El pecado es muy maligno

2 de febrero: Alianza peligrosa

3 de febrero: Yo y mi casa

4 de febrero: Miel en el cuerpo del león

5 de febrero: Elecciones peligrosas

6 de febrero: Hambre en Belén

7 de febrero: Providencia sombría, rostro sonriente

8 de febrero: Amor, amor verdadero

9 de febrero: No renuncie a sus sueños

10 de febrero: Asesinos de sueños

11 de febrero: Un gran hombre, un papá pequeño

12 de febrero: Consagre lo mejor para Dios

13 de febrero: No basta empezar bien

14 de febrero: Aprenda a lidiar con los críticos

15 de febrero: Un vencedor de gigantes

16 de febrero: Sea un especialista

17 de febrero: Triunfando sobre las circunstancias

18 de febrero: Luche por sus hijos

19 de febrero: Una mujer bendita

20 de febrero: Cuidado con el pecado

21 de febrero: El adulterio es locura

22 de febrero: Cuidado con la pasión

23 de febrero: Cuidado con la amargura

24 de febrero: Cuidado con las amistades falsas

25 de febrero: No postergue la solución de los problemas

26 de febrero: Si mi pueblo…

27 de febrero: La gloria de Dios se revela

28 de febrero: Más noble que sus hermanos

 

Marzo

1 de marzo: La alabanza es la causa de la victoria

2 de marzo: Qué hacer cuando no se sabe qué hacer

3 de marzo: La escuela del desierto

4 de marzo: La boca de Dios

5 de marzo: La lluvia bajó porque Elías subió

6 de marzo: Depresión, el parásito del alma

7 de marzo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?

8 de marzo: Muerte en la olla

9 de marzo: General, pero leproso

10 de marzo: ¿Está todo bien?

11 de marzo: No podemos callarnos

12 de marzo: Un corazón dispuesto

13 de marzo: El valor de hacer preguntas

14 de marzo: Las marcas de quien consuela

15 de marzo: Las tretas del enemigo

16 de marzo: Un padre ejemplar

17 de marzo: Las tesis de Satanás

18 de marzo: Restauración, sí; explicación, no siempre

19 de marzo: Yo sé que mi redentor vive

20 de marzo: Dios restaura nuestra suerte

21 de marzo: El mapa de la felicidad

22 de marzo: El hombre, ese desconocido

23 de marzo: Plenitud de la alegría

24 de marzo: El pastor de las ovejas

25 de marzo: La alegría del perdón

26 de marzo: Confesiones de un pecador

27 de marzo: La prosperidad del impío

28 de marzo: Dios es el sol y el escudo

29 de marzo: El disparate de la idolatría

30 de marzo: La liberación de Dios

31 de marzo: Mirar a los montes

 

Abril

1 de abril: Las fases de la familia

2 de abril: La celebración de la unidad

3 de abril: Arpas colgadas

4 de abril: ¿Cuán grande es nuestro Dios?

5 de abril: La vida del justo es como la luz de la aurora

6 de abril: La recompensa de la generosidad

7 de abril: El valor de la mujer virtuosa

8 de abril: Pobres ricos y ricos pobres

9 de abril: El mañana le pertenece a Dios

10 de abril: Cuidado con el alcohol

11 de abril: Cosas mejores que el dinero

12 de abril: El sentido de la vida

13 de abril: Joven, conmemora la vida

14 de abril: Cómo tener un matrimonio feliz

15 de abril: Las marcas del amor

16 de abril: Más blanco que la nieve

17 de abril: Los lamentos del alma

18 de abril: Leyes injustas, leyes de opresión

19 de abril: Cama corta y manta estrecha

20 de abril: ¿Estás listo para morir?

21 de abril: ¿Cuál es el tamaño de su dios?

22 de abril: No tenga miedo

23 de abril: Derramamiento del Espíritu

24 de abril: Dios nos lleva en los brazos

25 de abril: Invitación de la gracia

26 de abril: El verdadero ayuno

27 de abril: Un clamor por avivamiento

28 de abril: Pastores según el corazón de Dios

29 de abril: La vasija del alfarero

30 de abril: Promesa de restauración

 

Mayo

1 de mayo: Dios escucha su clamor

2 de mayo: El valle de los huesos secos

3 de mayo: El río de la vida

4 de mayo: Valor para ser diferente

5 de mayo: El triunfo del reino de Cristo

6 de mayo: Listo para morir, no para pecar

7 de mayo: Dios no nos salva de los problemas, sino en los problemas

8 de mayo: El hombre que se convirtió en animal

9 de mayo: La fiesta de la muerte

10 de mayo: Un político íntegro

11 de mayo: Brillando como el firmamento

12 de mayo: El romance de la reconciliación

13 de mayo: Dios es como el rocío

14 de mayo: Preparación para el avivamiento

15 de mayo: Cuidado con sus alianzas

16 de mayo: Un nido en las estrellas

17 de mayo: Razones para confiar en Dios

18 de mayo: Dios está entre nosotros

19 de mayo: Huir de Dios no es seguro

20 de mayo: No ame más las cosas que a las personas

21 de mayo: ¡Violencia, violencia!

22 de mayo: Avivamiento urgente

23 de mayo: La casa de Dios desamparada

24 de mayo: Dios es una pared de fuego

25 de mayo: Dios odia el divorcio

26 de mayo: Fidelidad en los diezmos

27 de mayo: La sal de la tierra

28 de mayo: La felicidad de los hijos de Dios

29 de mayo: El Cristo vencedor

30 de mayo: Dos caminos, dos destinos

31 de mayo: Revestimiento de poder

 

Junio

1 de junio: Los dos fundamentos

2 de junio: ¡No dude, crea!

3 de junio: El bautismo de Jesús, el comienzo de su ministerio

4 de junio: El atroz sufrimiento de nuestro redentor

5 de junio: La muerte de Jesús, la fuente de nuestra vida

6 de junio: La resurrección de Jesús, el grito del triunfo

7 de junio: Jesús vino del cielo y al cielo regresó

8 de junio: El abogado incomparable

9 de junio: La segunda venida de Jesús, la apoteosis de nuestra redención

10 de junio: Amor, ¡amor tan grande!

11 de junio: Las lágrimas de nuestro Salvador

12 de junio: El perdón, la absolución de la gracia

13 de junio: El poder purificador de la sangre de Jesús

14 de junio: La genealogía de Jesús, la evidencia de la gracia

15 de junio: Dele lo mejor de usted a Jesús

16 de junio: El grito de triunfo del Salvador

17 de junio: La preexistencia de Jesús, nuestro salvador

18 de junio: La toalla y el lavabo, la humildad que confronta

19 de junio: La majestad de Jesús, nuestro salvador

20 de junio: Un anuncio de gran alegría

21 de junio: ¿Usted qué hará de Jesús?

22 de junio: Jesús puede darle sabor a su vida

23 de junio: Una paz que coexiste con el dolor

24 de junio: La fiabilidad de la palabra de Dios

25 de junio: La familia de Jesús, el Salvador

26 de junio: La autoridad suprema de Jesús

27 de junio: ¿La gran comisión o la gran omisión?

28 de junio: Jesús está entre nosotros

29 de junio: Capernaúm, la ciudad donde vivió Jesús

30 de junio: El primer milagro de Jesús

 

Julio

1 de julio: El mar Rojo, la travesía milagrosa

2 de julio: El mar de Galilea, una etapa de milagros

3 de julio: El mar Muerto, un lugar sin vida

4 de julio: Confrontación espiritual

5 de julio: El lugar de la mejor oferta

6 de julio: El Gólgota, el lugar donde Jesús murió por nosotros

7 de julio: No hay vida irrecuperable para Jesús

8 de julio: Cuando se detienen las lágrimas

9 de julio: Un encuentro marcado con Jesús

10 de julio: No se pierda la última oportunidad

11 de julio: Jesús, el amigo de los tiempos más difíciles

12 de julio: El médico de los médicos en la casa de misericordia

13 de julio: Jerusalén, palco de las grandes intervenciones de Dios

14 de julio: La clase de despedida

15 de julio: El jardín del Getsemaní, lágrimas y sangre

16 de julio: El jardín donde Jesús venció a la muerte

17 de julio: La quiebra de los preconceptos

18 de julio: Salvación y juicio

19 de julio: El lugar donde hizo eco la voz de Dios

20 de julio: Armagedón, la etapa final de la victoria

21 de julio: El tormento del miedo

22 de julio: Cuidado con la envidia

23 de julio: Afligido por el dolor

24 de julio: Los síntomas de los celos

25 de julio: El deseo no es amor

26 de julio: La embriaguez, una tragedia social

27 de julio: El perdón, una necesidad vital

28 de julio: La depresión, el sollozo del alma

29 de julio: La ansiedad, el sufrimiento anticipado

30 de julio: La lucha, el dolor más agudo del alma

31 de julio: El divorcio, la negación del amor

 

Agosto

1 de agosto: La esclavitud de las drogas

2 de agosto: El amor al dinero, una servidumbre peligrosa

3 de agosto: Hijos rebeldes, padres afligidos

4 de agosto: Cuidado con las deudas

5 de agosto: La calumnia, un hábito peligroso

6 de agosto: Pornografía, la trivialización del sexo

7 de agosto: La vejez, la etapa otoñal de la vida

8 de agosto: Cuida tu autoestima

9 de agosto: Cuando los dramas de la vida amargan el alma

10 de agosto: Soledad, vacío en medio de la multitud

11 de agosto: El secularismo, una amenaza para la familia

12 de agosto: El legalismo, un caldo mortal

13 de agosto: La corrupción, la deshonestidad instalada en el poder

14 de agosto: La malignidad del pecado

15 de agosto: La muerte, el rey de los espantos

16 de agosto: La violencia urbana, una realidad dramática

17 de agosto: La adicción virtual, una amenaza para la familia

18 de agosto: La infidelidad conyugal, una aventura peligrosa

19 de agosto: La naturaleza está gimiendo

20 de agosto: El drama de las crisis personales

21 de agosto: El peligro de invertir los valores

22 de agosto: ¡Dios está enojado!

23 de agosto: ¿Será que toda religión es buena?

24 de agosto: ¿Has orado por un milagro?

25 de agosto: El gozo del Señor es nuestra fuerza

26 de agosto: ¿Es usted realmente feliz?

27 de agosto: La fe produce obras y las obras prueban la fe

28 de agosto: ¿Jesús es verdaderamente Dios?

29 de agosto: No es suficiente con hablar, también hay que hacer

30 de agosto: Los milagros no son el evangelio

31 de agosto: El amor debe ser firme

 

Septiembre

1 de septiembre: Amenazas a la fe cristiana

2 de septiembre: ¿Creyentes supersticiosos?

3 de septiembre: El Muro de las Lamentaciones, la geografía del clamor

4 de septiembre: ¿Qué tienes en tus manos?

5 de septiembre: Mirando la vida por el revés

6 de septiembre: Agotamiento espiritual

7 de septiembre: ¿Decepcionado con las personas?

8 de septiembre: Restaura, señor, nuestra suerte

9 de septiembre: ¿Quién es tu Dios?

10 de septiembre: Numerolatría y numerofobia

11 de septiembre: Políticos íntegros, una especie en extinción

12 de septiembre: El alma llena pisa el panal

13 de septiembre: ¿Cuáles son sus proyectos para los próximos diez años?

14 de septiembre: Eres la niña de los ojos de Dios

15 de septiembre: Los halagos son importantes en el matrimonio

16 de septiembre: Serás bendición

17 de septiembre: Fervor espiritual, una necesidad urgente

18 de septiembre: Aprender a lidiar con sus críticos

19 de septiembre: Machismo, una cultura que oprime

20 de septiembre: Feminismo, una reacción peligrosa

21 de septiembre: Cuatro enemigos de la familia

22 de septiembre: Depresión, parásito del alma

23 de septiembre: No basta con empezar bien; también se debe terminar bien

24 de septiembre: El poder de la oración

25 de septiembre: El evangelio de las lágrimas

26 de septiembre: El buen nombre vale más que el dinero

27 de septiembre: La salvación en tres tiempos

28 de septiembre: ¿Será que usted necesita del Salvador?

29 de septiembre: No hay personas sin importancia

30 de septiembre: Todos tenemos los pies de barro

 

Octubre

1 de octubre: Las tempestades de la vida son pedagógicas

2 de octubre: Ecumenismo, una unión peligrosa

3 de octubre: Derrote a sus gigantes

4 de octubre: Pasión no es amor

5 de octubre: El reino al revés

6 de octubre: ¡Vuelve hijo, vuelve a los brazos del Padre!

7 de octubre: Su familia es su patrimonio más grande

8 de octubre: ¿Autoayuda o ayuda de lo alto?

9 de octubre: La paz de Dios, el mejor calmante para el alma

10 de octubre: Un pecado escondido es un sufrimiento que aparece

11 de octubre: Un milagro puede suceder hoy

12 de octubre: No bote la toalla, el juego no se acabó aún

13 de octubre: No menosprecie los pequeños comienzos

14 de octubre: No se desanime, Jesús está en el control

15 de octubre: ¿Por qué mi dolor no para?

16 de octubre: La ira de Dios, una verdad olvidada

17 de octubre: No excave abismos, construya puentes

18 de octubre: El desierto, la escuela superior del Espíritu Santo

19 de octubre: No desista de sus sueños

20 de octubre: El yunque de Dios y el martillo de los críticos

21 de octubre: ¿Adolescente adulto?

22 de octubre: Ayuno, hambre del pan del cielo

23 de octubre: Dios no unge métodos; Dios unge personas

24 de octubre: La noche oscura del alma

25 de octubre: La familia en los rieles

26 de octubre: Quien salva al lobo condena las ovejas

27 de octubre: La autopsia del miedo

28 de octubre: Consumismo, la dictadura de la superficialidad

29 de octubre: Cristofobia, una seria amenaza a la sociedad

30 de octubre: Un rey débil hace débil a un pueblo fuerte

31 de octubre: Pulvis est, et pulvis reverteris

 

Noviembre

1 de noviembre: ¿Por quién doblan las campanas?

2 de noviembre: El que salva una vida salva el mundo entero

3 de noviembre: Actitudes con respecto al evangelio

4 de noviembre: El anillo de compromiso

5 de noviembre: La universalidad y la estrechez del evangelio

6 de noviembre: ¿Dios está muerto?

7 de noviembre: Velos largos, matrimonios cortos

8 de noviembre: Los grandes énfasis de la Reforma

9 de noviembre: La espina en la carne de Pablo

10 de noviembre: Jesús: ¿sastre de lo efímero o escultor eterno?

11 de noviembre: ¿Por qué tarda el avivamiento pleno?

12 de noviembre: Encienda una hoguera en el púlpito

13 de noviembre: Haga el bien, ¡y hágalo ya!

14 de noviembre: Padres, espejo de los hijos

15 de noviembre: Existe una cura para la ansiedad

16 de noviembre: Usted tiene lo que reparte y pierde lo que retiene

17 de noviembre: Cómo conciliar los decretos de Dios con la oración

18 de noviembre: Salvación en tres tiempos: pasado, presente y futuro

19 de noviembre: ¿Usted ya nació de nuevo?

20 de noviembre: Quiero estar más cerca de ti, mi Dios

21 de noviembre: El dinero no lo es todo

22 de noviembre: Todo está bien con mi alma

23 de noviembre: Dios, ¿un delirio?

24 de noviembre: Sexo, un regalo de Dios

25 de noviembre: Marido, cuide a su esposa

26 de noviembre: El sol brillará de nuevo

27 de noviembre: Prosperar en el desierto

28 de noviembre: Dios inspira canciones de alabanza en las noches oscuras

29 de noviembre: Llore, pero llore a los pies del Señor

30 de noviembre: El vacío del alma

 

Diciembre

1 de diciembre: Para Dios no hay imposibles

2 de diciembre: Jesús es amigo de pecadores

3 de diciembre: Cuidado con el complejo de inferioridad

4 de diciembre: ¿Usted ya le dio gracias a Dios hoy?

5 de diciembre: Sed llenos del Espíritu

6 de diciembre: No tenga miedo, Jesús está en el control

7 de diciembre: La paz, la gracia y la gloria

8 de diciembre: No hurtarás

9 de diciembre: La cura por la palabra

10 de diciembre: De regreso al evangelio

11 de diciembre: Lloro y alegría

12 de diciembre: Alegría superlativa

13 de diciembre: Usted es un poema de Dios

14 de diciembre: Cómo envejecer con dulzura

15 de diciembre: La Biblia, el libro de los libros

16 de diciembre: La agonía del planeta Tierra

17 de diciembre: Propuestas seductoras

18 de diciembre: Verdades esenciales de la fe cristiana

19 de diciembre: La dolorosa realidad de la soledad

20 de diciembre: La matemática del matrimonio

21 de diciembre: El Dios de nuestra salvación

22 de diciembre: María, la madre del Salvador

23 de diciembre: Juan el Bautista, el precursor del Salvador

24 de diciembre: ¡El Salvador ha nacido!

25 de diciembre: La encarnación del Verbo de Dios

26 de diciembre: El crecimiento integral de Jesús

27 de diciembre: Jesús, el amado de mi alma

28 de diciembre: Jesús es nuestra esperanza en la hora del duelo

29 de diciembre: La victoria sobre la pornografía

30 de diciembre: Perdonar es recordar sin sentir dolor

31 de diciembre: Soliloquio, una conversación en el espejo

 

Índice temático

Sobre el autor

Hernandes Dias Lopes es graduado en Teología por el Seminario Presbiteriano del Sur, Campinas, SP, Brasil, y Dr. en Ministerio del Reformed Theological Seminary de Jackson, Misisipi, Estados Unidos. Es pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana de Vitória, ES, Brasil, desde 1985. Conferenciante internacional y escritor, ha publicado más de 100 títulos en portugués.

Dedicatoria

Dedico este libro a mis queridos hermanos y amigos Edson Marcelo Recco y su esposa, Josete Lima Prestes Recco, y a Antonio Fernandes Recco y su esposa, Myriam Cassou Terra Recco. Son compañeros en mi caminar, amigos muy cercanos, bendición de Dios en nuestra vida, familia y ministerio. Son siervos del Dios Altísimo e instrumentos de honra al Señor.

Presentación

Como afirma el dicho popular: “Hay días que parecen noches”. Hay días en que el corazón está lleno de tristeza, la casa está en pie de guerra y el trabajo es aburrido de forma preocupante. Hay días en que te despiertas amargo, con el cuerpo cansado, sin ganas de vivir.

En esos días, la tristeza y la amargura ahogan la alegría. Junto con la angustia, surgen sentimientos corrosivos en el corazón que pueden detonar su expectativa de ver los tiempos de bonanza. Mirando la vida con gafas de tristeza se evapora uno de los combustibles más preciosos y necesarios para la vida: la alegría.

No siempre es posible evitar problemas o detener las lágrimas, pero usted puede transformar cada adversidad en una oportunidad para regocijarse en el Señor. En Gotas de alegría para el alma, Hernandes Dias Lopes, colega y amigo, nos guía diariamente a ese manantial en el que podemos beber grandes cantidades de verdadera alegría. Esta alegría es más que un sentimiento; es más que una emoción; es una persona: ¡es Jesús!

¡Dios bendiga su lectura!

 

Reverendo Milton Ribeiro,

Director Administrativo de LPC

Prefacio

Este devocional fue escrito para usted. Mientras estos mensajes brotaban de mi alma, muchos de ellos sazonados con lágrimas, yo rogaba al padre que los trasformara en fuentes de alegría diaria para los lectores. Vivimos en un mundo marcado por el dolor y la tristeza. La naturaleza está gimiendo, las personas están gimiendo, y el mismo Espíritu Santo, el Dios que habita en nosotros, está gimiendo. A menudo el dolor castiga nuestro pecho y aplasta nuestras emociones. Las alegrías que ofrece el mundo no nos satisfacen, porque son superficiales y fugaces; se evaporan como la niebla. Incluso aquellos que beben todas las copas de los placeres de la vida no encuentran la verdadera felicidad en esas fiestas. Muchos buscan la felicidad en la bebida, otros en el éxito, otros en la riqueza y la fama. Pero cuando llegan a la cima de esta pirámide, descubren que la felicidad no está allí. Por este motivo hay tanta gente desilusionada y escéptica.

Pero tengo buenas noticias para usted. Le presento una alegría real, permanente y profunda. Este es un gozo inefable y lleno de gloria. La alegría que traerán estos mensajes a su corazón, el mundo no la conoce y no se la puede quitar. Esta alegría no se puede comprar con dinero ni se alcanza por méritos. Es un regalo de Dios. Esta alegría es más que una emoción. Es algo más que la presencia de las cosas buenas y la ausencia de las malas. Esta alegría es una persona. ¡Esta alegría es Jesús!

 

Hernandes Lopes Dias

Enero

1

de enero

La alegría de la boda

Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne.

GÉNESIS 2:23

Dios creó al hombre perfecto, lo puso en un lugar perfecto y mantenía perfecta comunión con él. Le dio el privilegio de ser el gestor de la creación, el mayordomo de la naturaleza. Sin embargo, Adán no encontró ninguna criatura, por toda la naturaleza, que le correspondiera física, emocional y espiritualmente. El mismo Dios, que da la máxima puntuación para toda la obra de la creación, dice ahora “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). Dios hizo que el hombre durmiera y de su costilla creó una mujer y la trajo. Adán se despertó de su sueño y vio a la criatura más hermosa a su lado; luego exclamó en un arranque de felicidad: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”. El matrimonio fue instituido por Dios para ser una fuente de placer y felicidad. El matrimonio merece y requiere la mayor inversión y la renuncia más grande. “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y se harán una sola carne” (Génesis 2:24). La mujer no fue tomada de la cabeza del hombre para que lo maneje. Una mujer que intenta mandar al esposo se convierte en una persona frustrada, porque no consigue admirar al hombre que manda. La mujer no fue tomada de los pies del hombre para ser humillada por él. Ninguna mujer puede ser feliz sin ser respetada. La mujer ha sido tomada de la costilla del hombre para ser el centro de sus afectos, y el objetivo de su cuidado.

2

de enero

La alegría de la comunión con Dios

Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día.

GÉNESIS 3:8

Dios es más importante que sus dádivas. El Creador es más importante que la creación. Adán vivió en el Jardín del Edén, el más espléndido paraíso jamás visto en la tierra. Fue el mismo Dios quien hizo su paisaje. Ese lugar exhalaba el aroma de flores multicolores. Árboles frondosos producían sombras acogedoras y árboles frutales vivían llenos de todo tipo de frutas deliciosas. El pasto verde y abundante dejaba los ojos ebrios con tanta belleza multiforme. Ríos de aguas limpias, llenos de cardúmenes, adornaban aquel palco de incomparable belleza. Pero ni este espléndido escenario podía satisfacer el alma de Adán. Él aspiraba a algo más grande que la naturaleza. El mismo Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día bajaba para hablar con Adán. La comunión con Dios es el más grande de todos los placeres. Es el placer más sublime. Es en la presencia de Dios que hay plenitud de gozo. Es a su diestra que hay delicias para siempre. Aún hoy podemos levantar nuestra voz y decir como san Agustín: “Señor, tú nos has hecho para ti, y nuestra alma solo encuentra descanso en ti”. Las glorias de este mundo no pueden llenar el vacío de nuestras almas. Las riquezas de esta tierra no pueden llenar el vacío de nuestro corazón. Solo Dios puede dar sentido a la vida. ¡Es en la comunión con Dios que experimentamos la verdadera razón de nuestra vida!

3

de enero

Esta vez alabaré a Jehová

Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: “Esta vez alabaré a Jehová”; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.

GÉNESIS 29:35

Lea era la esposa de Jacob, pero no tenía el amor de Jacob. Tuvo hijos con Jacob, pero no el afecto de su marido. Incluso con el vientre fértil, tenía el corazón seco. Su historia fue sellada por el dolor del desprecio. El sentimiento de rechazo amargaba su alma hasta el día en que nació Judá, su cuarto hijo. Cuando su descendencia vino al mundo, esa mujer sufrida y entre lágrimas dijo: “Esta vez alabaré a Jehová”. Por eso al niño le puso por nombre Judá, que significa ‘alabanza’. La alabanza no es un resultado de la victoria, pero sí su causa. La alabanza fluye desde el valle del dolor. La alabanza florece en medio de las espinas del sufrimiento. La alabanza nos pone por encima de nuestras circunstancias. La alabanza es ultracircunstancial. Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías, el Salvador del mundo, desciende de Judá. Por medio de Jesús, también podemos convertir nuestro duelo en gozo, nuestro dolor en fuente de consuelo y nuestra tristeza en alegría. Jesús, el descendiente de la tribu de Judá, es aquel que seca nuestras lágrimas, cura nuestro dolor y restaura nuestra suerte. No tenemos que caminar por la vida aplastados bajo la pesada rueda de circunstancias adversas, o torturados por sentimientos abrumadores. Nosotros nos podemos levantar desde el fondo de nuestra angustia y decir, como Lea: “Esta vez alabaré a Jehová”. En Jesús se nos ha abierto una fuente inagotable de alegría y alabanza.

4

de enero

Dios trabaja a nuestro favor, y no contra nosotros

Entonces su padre, Jacob, les dijo: “Me habéis privado de mis hijos; José no aparece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; contra mí son todas estas cosas”.

GÉNESIS 42:36

Jacob fue amado por Dios antes del nacimiento. Él era el nieto de Abraham, hijo de Isaac y el padre de las doce tribus de Israel. Su historia es un zigzag de altibajos. Incluso siendo creado en un hogar temeroso a Dios, solamente conoció a Jehová como el Dios de su salvación, después de haber formado una familia, con cerca de 93 años. Jacob tuvo que salir de la casa huyendo y volvió a su tierra natal con miedo. Sin embargo, el plan de Dios nunca se alejó de Jacob. En el vado de Jaboc, Dios luchó con Jacob y lo dejó cojo para no perderlo para siempre. La gracia de Dios es eficaz. Aquellos a quienes Dios elige, Dios también los llama con eficacia. Jacob recibió una nueva vida, un nuevo nombre, una nueva historia. Se convirtió en el padre de las doce tribus de Israel. Su hijo, José, fue vendido por sus hermanos a Egipto, pero Dios usó esa providencia horrible para mostrarle su rostro sonriente. Esa situación no fue un acto de Dios en contra de Jacob, sino a su favor. No hay Dios como el nuestro, que trabaja para los que esperan en él. Lo que Jacob piensa que es su perdición fue su salvación. Lo que imaginaba estar en contra de él trabajaba a su favor. Su lamento se convirtió en su canción más efusiva. Dios transformó el árido valle en un manantial, las lágrimas en celebración, el llanto en una fuente de consuelo.

5

de enero

La alegría del amor conyugal

Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó…

GÉNESIS 24:67

Isaac era el único heredero de un acaudalado padre. Heredero de una gran fortuna y de una gran promesa. Su padre era el padre de la fe, el progenitor de una gran nación. Por medio de él todas las familias de la tierra serán bendecidas. Isaac tenía 40 años, pero aún estaba soltero. Isaac era un joven creyente y tenía intimidad con Dios en la oración. Su matrimonio con Rebeca es uno de los capítulos más apasionantes de la historia. Rebeca era el objetivo de oración y de una búsqueda minuciosa. Isaac amó a la joven, hermosa, fuerte y no temerosa Rebeca cuando la vio por primera vez. Desde que la conoció fue consolado por la muerte de Sara, su madre. El matrimonio es un don de Dios para la felicidad humana. Por lo tanto, tiene que ser construido sobre la base del amor. No hay otra razón que debe motivar a dos jóvenes a entrar en una alianza matrimonial. Se equivocan los que entran en este pacto por otros intereses. El amor debe gobernar las acciones y sentimientos en la vida conyugal. El amor busca la felicidad del cónyuge más que la suya propia. El amor no es “ego centralizado” sino “otro centralizado”. El amor debe ser conocido por lo que es, por lo que evita, por lo que cree y por lo que hace. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es celoso ni es soberbio. El amor no se goza de la injusticia, sino se goza con la verdad, pues todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca acaba.

6

de enero

La alegría de la reconciliación

Pero Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, y se echó sobre su cuello, y lo besó; y lloraron.

GÉNESIS 33:4

La familia no siempre es lo que planeamos. Nadie planea fallar en la vida personal, profesional y familiar. Aunque Isaac y Rebeca comenzaron bien, no terminaron bien. El principal error de ellos fue en relación a la crianza de los hijos. En lugar de cultivar la amistad entre Esaú y Jacob, alimentaron las disputas entre ellos. E Isaac amó más a Esaú, y Rebeca tenía predilección por Jacob. Era una especie de juego de intereses. El resultado fue el conflicto entre estos dos hermanos. Jacob tuvo que huir de su casa y pasó veinte años lejos. Cuando regresó, el problema aun atormentaba su alma. Jacob había formado una familia y se convirtió en un hombre rico, pero no había paz en su corazón. No era un hombre salvo. En un momento de gran crisis, tuvo una pelea con Dios en el vado de Jaboc, y allí su vida fue salva. En Peniel, Dios le cambió el nombre y le dio un nuevo corazón. Dios cambió su suerte y la disposición de su corazón. Los dos hermanos se encontraron, se abrazaron y se besaron. En lugar de que este encuentro hubiera abierto otra herida en el alma de ambos, fue el escenario de la reconciliación. Incluso hoy en día hay muchas familias enfermas por causa de la amargura, relaciones tensas dentro de la familia que roban la paz y hacen que se seque el alma. ¡El perdón es el remedio divino para este mal, porque el perdón cura, renueva y restaura!

7

de enero

La expresión más grande de amor

Y le dijo: “Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a la tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”.

GÉNESIS 22:2

Hay momentos en los que Dios parece extraño. Hay momentos en que la fe parece luchar contra la esperanza. El mismo Dios que prometió un heredero de Abraham y había tardado 25 años para cumplir la promesa, ahora manda a Abraham que sacrifique al hijo de la promesa. Abraham no discute con Dios; solo obedece y lo hace inmediatamente. Esa misma mañana, el viejo patriarca alista la leña, llama a dos de sus criados y parte con Isaac hacia el monte Moriah, donde va a ofrecer a su hijo en holocausto. El texto bíblico no trae a esta narración una perspectiva emocional, pero eso no quiere decir que Abraham no hiciera esa caminata sin una profunda emoción. Él sabía que estaba caminando a sacrificar el amado de su alma. Cada paso hacia Moriah era como si todo el universo se colapsara en su cabeza. Su fe inquebrantable le dio plena seguridad de que Dios iba resucitar a su hijo. Él sabía que el altar del sacrificio sería el palco de adoración. Él sabía que el monte del Señor, Jehová Jireh, es poderoso para proporcionar el cordero sustituto. En la cima de esa montaña, Abraham levanta un altar y ofrece a su hijo, pero Dios levanta la voz y evita el sacrificio al ofrecer un cordero sustituto. Dos mil años más tarde, el Hijo de Dios estaba preso en el lecho vertical de la muerte, soportando el peso del mundo sobre sí, cuando gritó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46). Para el Hijo de Dios no había un cordero sustituto, ya que Él es el único Cordero que quita el pecado del mundo. Porque Dios nos amó, entregó a su Hijo como sacrificio por nuestros pecados. ¡Oh, amor bendito! ¡Oh, amor eterno! ¡Oh, amor inconmensurable!

8

de enero

Betel, conociendo al Dios de sus padres

Y llamó el nombre de aquel lugar Betel, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.

GÉNESIS 28:19

Jacob, el hijo menor de Isaac y Rebeca, salió de casa por orden de la madre, para no ser asesinado por Esaú, su hermano mayor. Salió después de mentir y engañar a su padre y robar la bendición de Esaú; salió con la conciencia aturdida por la culpa. En aquel tiempo, Jacob tenía 73 años. Para quien murió a la edad de 147 años, era un hombre de mediana edad. Todavía estaba bajo el mando de la madre y sin conocer el Dios de sus padres como el Dios de la vida. Jacob fue amado por Dios desde el vientre de su madre, no por sus virtudes, sino a pesar de sus pecados. En el camino de escape, se quedó dormido con la cabeza sobre una piedra y tuvo un sueño. Una escalera que unía la tierra al cielo, y a los ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Allí Jacob oyó hablar a Dios, quien se presentó a sí mismo como el Dios de su abuelo y como el Dios de su padre, pero no aún como el Dios de la vida. Jacob era el nieto de un creyente y el hijo de un creyente, pero todavía no era creyente. Dios todavía no era el Dios de su vida. Él recibió las promesas de Dios, pero no estaba convertido a Dios. Despertó de su sueño y reconoció que Betel era un lugar tremendo, la casa de Dios y la puerta del cielo, pero tuvieron que transcurrir otros veinte años para ser transformado por Dios. No posponga la decisión más importante de su vida. ¡Hoy es el día apropiado! ¡Hoy es el día de salvación! Vuélvase para Dios, pues Él es rico en perdonar y se deleita en la misericordia.

9

de enero

Peniel, conociendo al Dios de su salvación

Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: “Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”.

GÉNESIS 32:30

Jacob se marchó de casa de sus padres y se fue a la casa de Labán. Allí formó una familia y se hizo hombre próspero y rico. Dios lo bendijo en gran manera. Se convirtió en el padre de doce hijos, que se convirtieron en jefes de las doce tribus de Israel. Después de veinte años, regresó a su tierra. La convivencia con el suegro parecía insostenible. Al regresar, ya no podía demorar el inevitable encuentro con su hermano Esaú. El tiempo no fue suficiente para calmar su corazón ni para curar las heridas de su alma. Jacob ya contaba con 93 años cuando cruzó el vado de Jaboc. Allí el Señor mismo luchó con Jacob. Este no quiso ceder: la fuerza medida con la fuerza, el poder con el poder, la destreza con la destreza. Dios tocó la articulación del muslo y lo dejó cojo. Así que Jacob se aferró al Señor y le dijo: “No te dejaré, si no me bendices” (Génesis 32:26). El Señor le preguntó: “¿Cuál es tu nombre?”. Él dijo: “Jacob”, que no era una respuesta, sino una confesión. Veinte años antes, Isaac hizo la misma pregunta, y él contestó: “Esaú”. Jacob significa suplantador, engañador. Cuando Jacob admite su pecado y confiesa, Dios cambia su nombre por el de Israel, dándole una nueva vida y una nueva herencia. Jacob entonces llamó al lugar Peniel, porque dijo: “Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”.

10

de enero

El-bet-el, conociendo al Dios de la restauración

Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí se le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano.

GÉNESIS 35:7

Jacob conoció al Dios de sus padres en Betel, conoció a Dios como su Salvador en Peniel, pero solo se encontró con el Dios de su restauración en El-bet-el. Después de haber sido alcanzado por la gracia de Dios en Peniel, Jacob armó sus tiendas para las bandas de Siquem. El príncipe de esa tierra vio a su hija Dina, se enamoró de ella y la poseyó. Tal locura tuvo consecuencias desastrosas. Los hermanos de Dina lanzaron un plan para vengarse. Propusieron una alianza con los habitantes de Siquem. La condición para entrar en este pacto era que todos sus hombres estuviesen circuncidados. Cuando todos los hombres estaban en el punto más crítico de dolor, los hijos de Jacob, Simeón y Leví, atacaron inesperadamente la ciudad y mataron a todos, incluido el esposo de Dina. Jacob estaba desesperado. La venganza abrumadora parecía inevitable. En ese momento, Dios se apareció a Jacob y le dijo: “Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí” (Génesis 35:1). Dios exigía de Jacob algunas cosas: “… Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos” (v. 2). Jacob obedeció con prontitud y se fue a Betel con su familia. Allí construyó un altar y llamó al lugar El-bet-el. Jacob ahora conoce no solo la casa de Dios, sino el Dios de la casa de Dios, el Dios de su restauración. Allí Dios renueva su pacto con él y le da la oportunidad de iniciar su caminata.

11

de enero

Prosperando en el desierto

Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.

GÉNESIS 26:12

La crisis es una encrucijada. Unos colocan los pies en el camino del fracaso; otros caminan seguros rumbo a la victoria. Fue una época de hambre en la tierra. Dios le dijo a Isaac: “No desciendas a Egipto”. Las aparentes ventajas del mundo pueden ser lazos mortales a nuestros pies. Isaac se quedó donde Dios ordenó. Allí volvió a abrir los pozos viejos y excavó nuevos pozos. Allí vio florecer el desierto. El mejor lugar para estar es el centro de la voluntad de Dios. Nosotros no somos gobernados por las circunstancias; andamos por la fe. Somos hijos de la obediencia. Isaac se hizo rico en un tiempo de hambre. En una época en la que todos fracasaban, él prosperó. Llegó a cosechar el ciento por uno en sus cultivos. Sus rebaños y manadas se multiplicaron. La mano de Dios estaba con él. Los filisteos contendieron con él; sin embargo, en vez de pelear, él renunció a sus derechos. Sabía que la amargura del alma tenía un precio más alto de lo que estaba dispuesto a pagar. Avanzó abriendo nuevos pozos. Donde colocaba la planta de su pie, Dios lo bendecía. Más tarde, sus opositores tuvieron que reconocer que Isaac era bendecido de Dios y se reconciliaron con él. Porque Isaac confió en Dios, él prosperó en el desierto. Porque obedeció a Dios, amplios horizontes se descortinaron ante sus ojos. Porque no amargó su alma con las luchas, se ganó el corazón de los propios enemigos.

12

de enero

Donde hay agua, toda la tierra es buena

Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham, su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.

GÉNESIS 26:18

Isaac es el símbolo de un hombre amable. No le gustaba pelear. Sufriría un daño al luchar por sus derechos. Cuando estaba en la tierra de los filisteos, tuvo dos actitudes. La primera fue abrir los viejos pozos que su padre Abraham había cavado. El agua estaba allí y era buena, pero estos pozos estaban obstruidos con escombros. Isaac sabía que los escombros de los filisteos tenían que ser removidos para que las aguas fluyesen. La segunda actitud fue cavar nuevos pozos. No podemos despreciar el pasado ni limitarnos a este. Isaac sabía que el Dios que hizo es también el Dios que hace. Quería más, por lo que abrió nuevos pozos. Dios hizo brotar agua en el desierto y el desierto floreció. Donde hay agua, toda la tierra es buena tierra. Lo mismo sucede con nuestras vidas. Nuestro corazón puede parecer un desierto seco. Pero si las corrientes de agua viva, símbolos del Espíritu Santo, descienden sobre nuestras vidas, nuestros corazones también prosperarán. Cuando visité Israel por primera vez, pasé por el desierto de Judea. Por un lado, todo estaba seco, muerto y sin vida. Por otro lado, había un campo de naranjos exuberante, con frutos excelentes. Le pregunté al guía de turismo sobre ese fenómeno. ¿Cómo era posible, en el desierto, que de un lado reinara la muerte y en el otro apareciera la vida? Explicó: “¡Donde hay agua, toda la tierra es buena tierra!”.

13

de enero

El desafío de ser un joven puro

Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella.

GÉNESIS 39:10

La pureza sexual es una virtud casi extinta en nuestra sociedad decadente. La mayoría de las parejas entran al matrimonio con múltiples experiencias sexuales. El sexo es una bendición, ya que fue creado por Dios, y todo lo que Dios hace es bueno y perfecto. El sexo es puro, santo y da placer (gozo). Sin embargo, el sexo es para ser disfrutado en su plenitud en el matrimonio. El propósito de Dios es que los jóvenes permanezcan castos hasta el matrimonio. El noviazgo de los jóvenes creyentes debe tener criterios. Los límites deben ser establecidos y obedecidos. Aquellos que se entregan a la lujuria sexual pierden la alegría espiritual y terminan minando la relación. El apóstol Pablo es inflexible en su orientación: “Que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni defraude en este asunto a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho antes y testificado solemnemente” (1 Tesalonicenses 4:4-6). La pureza sexual es posible pues Dios no solo nos da una orden, sino también el poder para cumplirla. Pablo continúa: “Así que, el que desecha esto, no desecha al hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 4:8). El poder de una vida pura viene del Espíritu de Dios. ¡Cuanto más llenos del Espíritu estemos, más puros seremos!

14

de enero

Acoso sexual, un peligro real

Y ella lo asió por su ropa, diciendo: “Duerme conmigo”. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.

GÉNESIS 39:12

José de Egipto era un joven guapo en forma y apariencia (Génesis 3:6). Su ama puso los ojos en él, y dijo: “Duerme conmigo” (Génesis 39:7). Aunque José era un hombre joven, con decisión rehusó la seductora propuesta. La mujer no se dio por vencida. Repitió lo mismo todos los días. Acosó a José sin pausa ni tregua. La reacción de José siempre fue la misma: no le hizo caso. Al contrario, él le dijo que no podía pecar en contra de Dios ni en contra de su esposo. El acoso no se detuvo allí. Llegó a una situación extrema. La mujer tentadora tomó a José por la ropa y dijo: “Duerme conmigo” (Génesis 39:12). José, sin embargo, dejó la ropa en sus manos, y huyó por la puerta. Prefirió ser acusado públicamente a ser culpable en el anonimato. Prefirió la prisión con la conciencia libre a estar libre con la conciencia prisionera. José fue enviado a la cárcel por su integridad. Prefirió sufrir como inocente a ser promovido como culpable. José de Egipto es un ejemplo de que podemos enfrentar el acoso sexual victoriosamente. El secreto de la victoria en esta área es huir. La misma Biblia que nos enseña a resistir al diablo nos dice que debemos huir de la tentación sexual. Ser fuerte en esta área no es enfrentar, sino huir. El sexo es una fuente de placer y deleite. Sin embargo, debe ser disfrutado responsablemente en el matrimonio. El sexo antes del matrimonio es fornicación, y el que se entrega a esta práctica está bajo el juicio de Dios. El sexo fuera del matrimonio es adulterio, y solo aquellos que quieren destruirse a sí mismos cometen semejante locura. ¡La alegría no está en el banquete del pecado, sino en la mesa de la santidad!

15

de enero

Graneros abiertos

Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero…

GÉNESIS 41:56

Egipto, la tierra de los faraones y las pirámides, vivía una época de hambruna. José, un joven hebreo, hijo de Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham estaba en Egipto por la providencia divina. Dejó la prisión para ocupar el puesto de gobernador de Egipto. Después de siete años de abundancia, en los que fueron almacenadas cuidadosamente las cosechas, el hambre prevalecía en todas partes. Entonces, Egipto se convierte en el granero del mundo. Abastece la tierra. Satisface las necesidades de las caravanas que vienen de todas partes en busca de pan. Incluso los hermanos de José, que lo habían vendido como esclavo a Egipto, deben inclinarse ante ese príncipe proveedor. Este hecho arroja luz sobre una verdad espiritual gloriosa. José, tipo de Cristo, es llamado salvador del mundo. ¡Jesús es el Salvador del mundo! Él vino al mundo como el pan vivo que bajó del cielo. Es el único que puede migar el hambre de nuestra alma. Hay un hambre que azota a toda la tierra. El hambre no es del pan que perece, sino de Dios. Hambre no de las cosas del mundo, sino de las cosas celestiales. Hambre no de las cosas efímeras, sino de lo que es eterno. Delicias terrenales no pueden alimentar a los seres humanos. Las cosechas no nutren el alma. Solo el pan vivo de Dios nos puede satisfacer. Los graneros de Dios están abiertos. Hay pan en abundancia en la casa del Padre. Los hambrientos está invitados: “… a los que no tienen dinero: Venid, comprad y comed. Sí, venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche” (Isaías 55:1).

16

de enero

Rama fructífera

Rama fructífera es José, rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre su muro.

GÉNESIS 49:22

El patriarca Jacob se despide de sus hijos. Antes de morir, distribuye bendiciones a todos los hijos. Corresponde a José, su hijo amado, una bendición sin igual. Tres verdades se destacan en esta bendición. En primer lugar, José es una rama fructífera. Su vida fue bendición en su casa, en el trabajo y en el gobierno de Egipto. Por donde pasó José dejó marcas positivas, frutos excelentes. Muchos pasan por la vida sin dejar frutos. Solo tienen hojas, solamente apariencia y ningún resultado. En segundo lugar, José es una rama fructífera junto a la fuente. Los tiempos de sequía no tomaron su verdor, porque estaba plantado junto a la fuente, que es Dios. El secreto del éxito de José es que él mantenía una profunda intimidad con Dios. Su vida fue plantada en esta tierra bendita. Tal es la vida de los justos: es como un árbol plantado junto a la fuente, sin marchitamiento del follaje y que a su debido tiempo, da fruto. En tercer lugar, José extendió su influencia más allá de los muros. Quien es bendición en el hogar lo es también lejos de casa. Quien es bendición dentro de los muros también extiende sus ramas sobre los muros. La vida de José nos desafía y nos anima a ser, del mismo modo, ramas fructíferas de la vid verdadera. Dios es glorificado en nosotros cuando producimos mucho fruto. El secreto para dar fruto es mantenerse en contacto con la vid verdadera. ¡Tenemos el desafío de ser una bendición, incluso aquí, allá y más allá de las fronteras!

17

de enero

Esperanza en medio del desespero

… la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.

ÉXODO 2:2

La esclavitud es una realidad amarga y humillante. El pueblo de Dios estaba en terrible cautiverio. Amasando arcilla bajo el látigo del verdugo, el pueblo trabajaba bajo una gran opresión. Como si fuera poco, el Faraón ordenó que todos los nacimientos de varones fuesen pasados por la espada o arrojados al río Nilo para ser devorados por los cocodrilos. En esta desesperada situación, Amram y Joquebed encuentran espacio en la agenda para el amor y alimentar el alma con la esperanza de tener un hijo. Nace Moisés. Su madre no desiste del hijo. Ella trama un plan para salvarlo. Las aguas del Nilo no serían su tumba, pero sí su bote salvavidas. Dios honró la actitud de la mujer, y el niño fue sacado del agua por la hija del Faraón. En lugar de morir a manos de Faraón, Moisés fue adoptado por la hija del Faraón, para vivir una vida en el palacio y llegar a ser un doctor en todas las ciencias de Egipto. El mismo Dios que libró a Moisés de la muerte liberó a su pueblo de la esclavitud por medio de Moisés. Dios puede encender una llama de esperanza en su corazón, incluso en medio del desespero. No se desanime. No renuncie a soñar. No renuncie a luchar. Dios está en el control y le llevará en triunfo.

18

de enero

Destronando a los dioses

… ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová.

ÉXODO 12:12