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Rodriguez Torres, Dénix

Influencia de las humanidades en la construcción holí stica de la ciudadanía universal desde Martha Nussbaum / Dénix Rodriguez Torres; ilustraciones Félix Augusto Rodríguez Torres. -- Bucaramanga (Colombia) : Universidad Santo Tomás, 2019.

177 páginas: cuadros e ilustraciones a color (Colección selecciones de investigación; 14)

Incluye referencias bibliográficas (páginas [161]-166) y anexos.

ISBN: 978-958-8477-67-1

Contenido: disquisiciones problematizadoras en ciudadanía. -- Perspectivas y fundamentos para agenciar la ciudadanía holística universal. -- Horizontes conceptuales. -- Regulación de la formación en ciudadanía en Colombia. -- Categorías iluminadoras. -- Reservas frente a la formación en ciudadanía. -- Hilos conductores. -- Claves metodológicas. -- Líneas hermenéuticas. -- Asuntos deliberativos. -- Apuntes conclusivos y breves recomendaciones.

1. Nussbaum, Martha Craven, 1947 - Crítica e interpretación 2. Ciudadanía - Investigaciones - Colombia 3. Participación ciudadana - Investigaciones - Colombia I. Rodríguez Torres, Félix Augusto II. Universidad Santo Tomás - Investigaciones III. Colección IV. Título.

323.6 SDD 23

CO-BuUST

Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación CRAI, Universidad Santo Tomás, Bucaramanga.

Directivos

Universidad Santo Tomás

Seccional Bucaramanga

Fray Érico Juan MACCHI CÉSPEDES, O.P.

Rector Seccional

Fray Mauricio GALEANO ROJAS, O.P.

Vicerrector Académico

Fray Oscar Eduardo GUAYÁN PERDOMO, O.P.

Vicerrector Administrativo Financiero

ISBN: 978-958-8477-67-1

Edición

© Universidad Santo Tomás,

Bucaramanga, Colombia

2019

Libro

Influencia de las humanidades

en la construcción holística de la

ciudadania universal desde

Martha Nussbaum

Autor

Dénix Alberto Rodríguez Torres

Ilustraciones

Félix Augusto Rodríguez Torres

Departamento de Publicaciones

Freddy Luis Guerrero Patarroyo

Director

Diseño y producción gráfica

Centro de Diseño e Imagen Institucional - CEDII

Olga Lucía Solano Avellaneda

Directora

María Amalia García Núñez

Corrección de Estilo

Luis Alberto Barbosa Jaime

Diseño y Diagramación

Conversión a ePub

Mákina Editorial

https://makinaeditorial.com/

Hecho el depósito que establece la ley

Primera edición, 2019

© Derechos reservados

Universidad Santo Tomás,

Seccional Bucaramanga, Colombia

Carrera 18 No 9 -27

PBX: (57 7) 698 58 58 Exts.: 6737 - 6864

2019

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio,
sin la autorización expresa del titular de los derechos.

A mi madre, que con su ejemplo y genio artístico siempre me empujó
sobre los senderos de la vida cívica y la ciudadanía.

Como siempre a mis insustituibles: Alix, Mariana y Silvia.

A Félix, amante de la filosofía y bastión de mi trabajo.

Para mis maestros: Moisés Araque y Carlos Nieto.

A Fray Guillermo León Villa H., O.P., sapiente maestro
quien sirvió el camino para este trabajo.

Con aprecio para mis amigos incondicionales: Roberto, Wilmer,
Juan Pablo, Gilberto, Oscar, Gabriel y Miguel Ángel.

A tantos colegas maestros y

A todos los que han creído en mí y de corazón celebran mis logros.

Agradecimiento

A la Universidad Santo Tomás y sus directivas por permitir mi cualificación personal y profesional. Y por permitir la publicación de este trabajo.

A la Universidad Norbert Wiener y su talento humano y profesional, de quienes aprendí: la constancia, el saber y la responsabilidad que comporta un profesional en el siglo XXI.

A Fray Luis Eduardo Pérez Sánchez, O.P., Director del Departamento de Humanidades

A mis estudiantes, que día a día me enseñan los desafíos de una ciudadanía universal.

“To say more than human things with human voice,
That cannot be; to say human things with more
Than human voice, that, also, cannot be;
To speak humanly from the height or from the depth
Of human things, that is acutest speech”1

Wallace Stevens, “Chocorua to Its Neighbor”

Nussbaum, 2003. La terapia del deseo, p. 591.

Contenido

Agradecimiento

Presentación

Introducción

Capítulo I

Disquisiciones problematizadoras en ciudadanía

Capítulo II

Perspectivas y fundamentos para agenciar la Ciudadanía Holística Universal

Capítulo III

Horizontes conceptuales

Capítulo IV

Regulación de la formación en ciudadanía en Colombia

Capítulo V

Categorías iluminadoras

Capítulo VI

Reservas frente a la formación en ciudadanía

Capítulo VII

Hilos conductores

Capítulo VIII

Claves metodológicas

Capítulo IX

Líneas hermenéuticas

Capítulo X

Asuntos deliberativos

Capítulo XI

Apuntes conclusivos y breves recomendaciones

Referencias

Anexos

Presentación

Reflexionar en torno al papel de las humanidades en la formación de ciudadanos desde el contexto universitario y escolar en general, implica abordar diversos tópicos, teorías, posturas y experiencias que han mar- cado la historia de la humanidad y que resultan hoy de inevitable consideración en el concierto de un mundo globalizado y en el escenario de la llamada “Sociedad del conocimiento”.

Este trabajo se deriva de la tesis doctoral del autor para la Universidad Norbert Wiener del Perú, como requisito para optar al título de doctor en Educación, y cuyos derechos de publicación han sido cedidos a la Universidad Santo Tomás.

El ejercicio investigativo se inspira en la obra de la filósofa norteamericana Martha Craven Nussbaum (1947), especialmente en las reflexiones ofrecidas en sus magistrales obras: El cultivo de la humanidad. Una defensa clásica de la reforma en la educación liberal (2001); Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades (2010) y Crear capacidades: propuesta para el desarrollo humano (2012), en las que su teoría cotejada con la realidad de la universidad latinoamericana advierte una evidente crisis en las humanidades y una inminente crisis en las democracias. Por tanto, el estudio se empeña en demostrar la factibilidad de una ciudadanía universal holística, influenciada por las humanidades desde la obra de Nussbaum.

Deja claros desafíos, e interpela a los agentes activos tanto de los Estados como a los administradores de la educación de estos, para considerar en sus proyectos nacionales y formativos, planes de contingencia que detengan dicha crisis silenciosa que socava las democracias y toca directamente a la educación, con el recorte drástico de las humanidades y la consiguiente amenaza de formar profesionales, antes que personas y buenos ciudadanos.

Introducción

Asistimos a la vertiginosa fuerza del siglo XXI, siglo que nos saluda con sistemas complejos de tipo sociopolítico, religioso, económico y cultural. Es sin duda el desarrollo del conocimiento científico, farmacéutico y tecnológico que marca el derrotero del mundo, al menos en estos albores de siglo; por otra, el capitalismo (consumismo) voraz, la globalización y mundialización de las economías, los tratados de libre comercio y el espíritu neoliberal que recorre el globo, inyectan un mundo particular, un mundo diferente, una nueva manera de vivir y supervivir obliga a la humanidad a comportarse de tal modo o quedará fuera de sus torrenciales tentáculos, cosa nada grata para los habitantes de la aldea global.

Nuevos paradigmas científicos, económicos, sociales y culturales ponen al hombre frente a la complejidad de una realidad incontenible que permea hasta lo más “íntimo” que puede creer tener el hombre de la era digital. No solo se asalta la fragilidad humana sino la fragilidad de los sistemas conformados durante buenos años: los postulados de las más robustas y simplificadas economías y de las grandes religiones, de los intocables sistemas monetarios, militares, clínicos, tecnológicos, hallan su punto de quiebre cuando se cotejan con el desarrollo humano; deslindando notablemente en su objetivación, robotización y materialización cuya médula espinal está sostenida por el afán de lucro y la deshumanización de lo humano.

Los conflictos que se libran en el fardo histórico de muchos países, son el grito silencioso pero sostenido de que la humanidad ha perdido el rumbo –si alguna vez lo uvo– y la necesidad imperante de actuar para evitar, como ya lo han anunciado muchos expertos, la inviabilidad de la VIDA en un futuro no muy lejano en esto que se nos ha antojado llamar: Tierra.

Las emergencias que padece el Homo sapiens son un interminable listado en el que TODOS, absolutamente TODOS tenemos algo que hacer y decir, evitarlo sería un capricho fatal.

La tarea de formar mejores hombres y mujeres está en manos múltiples, pero por sobre todo en las familias, la escuela y las instituciones que se ocupan de educar la especie humana, de tal suerte que buena parte de la solución está ahí, precisamente, en la formación de nuevas generaciones que amen y se identifiquen con el planeta, que no se asesinen mutuamente, que cuiden la VIDA y todo lo que esta implica; que entiendan que somos diversos y únicos a la vez, que tenemos un proyecto vital pero también un papel protagónico en la sociedad, espacio y tiempo que nos ha correspondido vivir. Es necesaria entonces una sociedad que ame por sobre todo la vida: vivir y convivir con sus congéneres de manera pacífica y altamente civilizada, y esto no sucede por golpe de magia y menos en un planeta altamente contaminado por la sinrazón y el sin sentido de las cosas.

Todo lo anterior justifica la apuesta por una solución modesta pero efectiva, que contribuya a reparar, así sea en lo mínimo, el entramado de las relaciones humanas y sociales: la apuesta por una ciudadanía universal, en el entendido de una construcción colectiva que trascienda la esfera de lo privado y parcial y se abra al horizonte global sin temor alguno, procurando una lectura común y comprensiva en la pluriversidad del mundo.

Empresas como estas, iniciativas desde la academia y el mismo terreno son las que justifican pensar en una ciudadanía holística y universal desde las clarividencias que puede ofrecernos una connotada mujer, filósofa y filántropa como Martha Nussbaum, bien llamada “filósofa de lo vulnerable”, porque sus apuestas tocan lo más íntimo de las fibras humanas: la calidad de vida, los problemas de género, la vida en democracia, la educación, la violencia de las mujeres, el hambre, la salud, la economía, la política, la moral y la ética, entre otros, que repercuten directamente en el poder, el comportamiento y las agencias humanas.

Pensar desde estas perspectivas en la construcción holística de una ciudadanía universal, no puede parecernos falto de juicio, por el contrario, abre un gran espectro y desafío con la vida misma y todo su andamiaje; postula retos y desafíos a las grandes potencias mundiales, a la educación, a las grandes multinacionales y a todos aquellos actores que de una u otra manera tienen que ver con la construcción de un mundo mejor.

Esta es pues la indagación que desde la perspectiva de Nussbaum pretende este ejercicio investigativo en el contexto de la educación superior, intentando hallar puntos de congruencia y posibilidad en un asunto de talla universal, pero que se teje como prodigiosa obra artesanal en lo personal, local y regional, para luego llevarlo a mayores esferas. De la mano de Nussbaum y de pares suyos en perspectiva y deseo se emprenderá esta loable tarea, que más que un requisito o trabajo teórico, será carta de navegación para un trabajo práctico y apasionante como lo es el de educar ciudadanos y ciudadanas para un mundo mejor que el que nos ha tocado vivir.

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Capítulo

I.

Disquisiciones problematizadoras en ciudadanía

La realidad problémica y discusión sobre el ideal de construir holísticamente una ciudadanía universal desde las humanidades, reconoce la existencia de una crisis silenciosa en la educación contemporánea, que acoge la obra de Martha Nussbaum como derrotero que ilumina la brecha epistemológica para seguir y que comporta a su vez la adquisición de un bagaje axiológico para configurar holísticamente un ciudadano planetario, humanística e integralmente desarrollado.

Para responder de una manera organizada y comprensiva a la problemática de la formación holística de ciudadanía, es justo partir del hecho de comprender categorías propuestas por la autora en el contexto de la educación latinoamericana, para luego hacer un abordaje teórico a otras latitudes.

En primera instancia se aborda la crisis silenciosa referida por Nussbaum.

Después de soslayar por mucho tiempo en el ámbito de la universidad latinoamericana, la existencia de una crisis mundial en materia de educación, de ignorar la hendidura que se abre a las humanidades como la boca de un agujero de gusano en aras de una formación cientificista generadora de “prosperidad” a los capitales nacionales, son finalmente las legislaciones internas sobre el tema las que han puesto al descubierto un síndrome que, como la enfermedad cardiaca, se ha ido manifestando silenciosamente, sin dejar de ser por ello, letal. Esa crisis silenciosa, como la ha denominado Martha Nussbaum (2010), ha generado cambios dramáticos en los contenidos curriculares con que las instituciones educativas forman actualmente a sus estudiantes, se hace manifiesta en la configuración de un pensamiento utilitarista que obvia el pensamiento crítico y reflexivo, la mirada intersubjetiva y el componente identitario con el cual se debería construir una visión prospectiva, una axiología imprescindible para las sociedades democráticas.

Y es que, como se señaló, las reformas legislativas que en materia educativa se están efectuando en el interior de varias naciones del continente, han explayado esa crisis silenciosa que puso a las facultades y departamentos de Humanidades de diversas universidades a reflexionar en torno de su quehacer académico, como constructoras de ciudadanía y a re-plantear su responsabilidad social en la generación de profesionales dotados con las cualidades éticas necesarias para la ciudadanía local, y con las habilidades antropológicas que deben ser inherentes a quienes habrán de insertarse en el concierto global como ciudadanos del mundo, desarrollados integralmente. La tarea que se propone, parte de una base comprensiva de semejante realidad, como rudimento conceptual y metodológico sobre el cual construir una propuesta adecuada a las necesidades particulares, como respuesta categórica y eficiente desde la praxis epistémica de las humanidades. Y en el contexto de esa propuesta, es que se hace pertinente e iluminadora la obra de Martha Nussbaum, especialmente en dos de sus producciones bibliográficas: El cultivo de la humanidad. Una defensa clásica de la reforma en la educación liberal. (Cultivating Humanity. A classical defense of reform in liberal education) y Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades (No for profit. Why democracy needs the humanities).

Es en la adecuación de esa pertinencia y en la erección de una plataforma de características hermenéuticas donde puede vislumbrarse la construcción holística de una ciudadanía universal, cuyos componentes son la convergencia de un cúmulo de saberes proporcionados por las humanidades, conteniendo reflexiones adecuadas sobre la trascendencia de la educación más allá de la escuela; sobre las responsabilidades de involucramiento de la familia como núcleo social, propendidas por el espíritu normativo de las políticas públicas nacionales; sobre una consciencia de desempeño competitivo y profesional en concordancia con las artes y con las humanidades mismas, que forme esa ciudadanía planetaria que, pueda responder a los cuestionamientos básicos que se han hecho desde la antropología filosófica y rubricados desde la institucionalidad democrática en el orden político y social y, sobre todo, desde un cosmopolitismo capaz de abarcar en clave de pensamiento crítico, las complejidades humanas de nuestro tiempo.

En segunda instancia resulta conveniente abordar el asunto de la Educación para la ciudadanía. El ejercicio de reconocer la existencia de una crisis silenciosa genera también la necesidad de contrarrestar de manera eficiente un equívoco que empezó a hacer carrera con las ideas precursoras del pensamiento globalizador, es decir, esas de un “nuevo orden” que pregonaron algunos líderes políticos; esas de “el fin de las ideologías y el último hombre” que alentaron ensayistas como Fukuyama y que finalmente encontraron su paradigma en Samuel P. Huntington, con su reflexión sobre la existencia de un “choque de civilizaciones” en los albores del siglo XXI. Ese choque civilizacional que avizora Martha Nussbaum de manera crítica, ha sido el parapeto detrás del cual se han escondido, también, muchos nacionalismos y falsos chauvinismos, que no han hecho cosa diferente que la de irse lanza en ristre contra la idea de la aldea global ecuménica, es decir, contra el sueño de construir una ciudadanía planetaria que reconozca las singularidades humanas en medio de la multiculturalidad.

Se hace urgente, entonces, que la universidad latinoamericana, además de comprometer sus esfuerzos en la construcción de un ciudadano mundial, se empeñe en moldear desde las humanidades a un ciudadano local que sirviéndose de un auto examen socrático, también pueda elaborar discursos propios y objetivos sobre su idiosincrasia y sobre otras idiosincrasias, hallándose así capacitado para insertarse en el contexto de una globalidad desde su “glocalidad”, como enuncian los expertos, con su visión puesta en la axiología planetaria de la tolerancia y de la convivencia pacífica, pero con sus pies asentados en los rudimentos que lo identifican con sus raíces y que lo capacitan para comprender objetivamente otras identidades y otras visiones.

Por otra parte la construcción de ciudadanía implica el “autoexamen socrático”.

Esa construcción de la ciudadanía planetaria requiere la implementación de unas políticas públicas educativas cosmopolitas, de unos proyectos educativos institucionales que contengan las estructuras conceptuales y metodológicas necesarias para desarrollar currículos que posibiliten la inserción de las artes y de las humanidades en todas las disciplinas académicas, más allá del quehacer pedagógico de enseñan- za-investigaciónextensión, y la inclusión de los espacios extracurriculares vinculantes de familia y sociedad. Requiere, además, de la adopción de ese “autoexamen socrático” que en su texto El cultivo de la humanidad (2005) viene señalando Martha Nussbaum como necesario y pertinente para la erección de esa edificación del ciudadano del mundo. Es ahí, donde se encuentran los asideros para la elaboración curricular holística, multidisciplinaria y transversal, contenedora de paradigmas que establezcan la diferencia relacionada con la enseñanza convencional clásica y que, de alguna manera singular, transformen la escuela, al ir trocando paulatina pero eficientemente sus historias oficiales y sus estereotipos xenófobos, racistas y anti-étnicos.

Esos asideros son en Nussbaum (2010), en primera instancia, la conformación de un pensamiento crítico, espejo para el autoexamen socrático que pone las realidades autóctonas en frente de otras realidades foráneas, bajo el prisma de una consciencia de la diferencia, susceptible de modificar conductas y de transformar el pensamiento a la manera Spinozista, tanto en lo subjetivo o metafísico, como en lo pragmático o inmanente. Transformación que no es otra cosa que el ejercicio de servirse de la propia razón, a la manera de Rousseau, de Kant o de Sen, por cuanto se está apto para el discernimiento discursivo, el ejercicio hermenéutico o exegético de las retóricas académicas, políticas, económicas, sociales o religiosas y para tomar una postura adecuada individual sobre la infinitud de temáticas tocantes con el devenir cultural de la transmodernidad como la definiera Hans Küng (2008). Y todo esto complementado con las corrientes pedagógicas humanistas que desde Dewey hasta Tagore promueven la erección de seres humanos con la deontología suficiente para insertarse en ese concierto planetario, sin menoscabo de las individualidades o de las particularidades propias de una secularización que comprende a las civilizaciones no en clave de “choque” sino de encuentro.

Otra dimensión fundamental que no puede escapar a la realidad problémica es “la ciudadanía universal y las humanidades”.

Introyectada esa fundamentación que contiene la adquisición del pensar crítica y reflexivamente, del servirse de la propia razón y del adoptar el ideario de las corrientes pedagógicas humanistas, se tendrá que impulsar en el seno de la universidad, ese “cultivo de la humanidad” como tan exactamente lo definiera Nussbaum, para sembrar y cosechar réditos en la sociedad del conocimiento. Ello implica el fomento y la promoción constante de un pensamiento cosmopolita y multicultural que comprenda y lea las singularidades de la aldea planetaria en clave de “casa habitada” (oikoumene), es decir, con la sensibilidad necesaria para la admiración y el respeto por esas singularidades, sin que ello pueda irse en detrimento de las identidades o consienta la idea falsa de una fusión cultural híbrida. Dicha sensibilidad se construye, también, con el desarrollo de hábitos académicos que contengan rutinas de lectura de la producción literaria y artística de naciones y pueblos, como alternativa indiscutible para la comprensión de la realidad y de la historia, de manera novelada, narrada, pintada, actuada o contada por las manos y voces terrígenas de sus protagonistas directos.