La presente colección se enmarca en el trabajo desarrollado en la cátedra de investigación “Memoria, Literatura y Discurso”, la cual está alineada con los objetivos de la Maestría y el Doctorado en Estudios Humanísticos del Tecnológico de Monterrey. Ya sea a partir de textos antiguos o contemporáneos, el análisis del discurso y el análisis filológico para la interpretación son algunas de las herramientas que nuestros investigadores utilizan en sus estudios y que les permiten la realización de propuestas en distintas líneas, una de las cuales es discurso e identidad.

Asimismo, el acceso al acervo documental y bibliográfico de la Biblioteca Cervantina del Tecnológico de Monterrey, la cual resguarda una parte importante de la memoria cultural de nuestro país, posibilita la realización de investigaciones en las áreas de Literatura a partir del siglo XVI. Es por ello que en la Cátedra “Memoria, Literatura y Discurso” se han podido hacer valiosas aportaciones a las áreas de Literatura novohispana e Historia del libro, así como de la lectura, de lo cual se dará una muestra en las obras que forman esta colección.

Otros libros de esta colección

1. Memoria y resistencia: representaciones de la subjetividad en la novela latinoamericana de fin de siglo

Raúl Verduzco

2. La escritura y el camino. Discurso de viajeros en el Nuevo Mundo

Blanca López

3. Memoria y escritura del cuerpo: un estudio sobre sexualidad, maternidad y dolor

María de Alva

4. Libros y lectores en la Gazeta de literatura de México (1788-1795) de José Antonio Alzate

Dalia Valdez

5. La construcción del imaginario femenino en el acto de enunciación del Semanario de las Señoritas mexicanas

María Teresa Mijares

Los derechos exclusivos de la edición quedan reservados para todos los países de habla hispana. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio conocido o por conocerse, sin el consentimiento por escrito de los legítimos titulares de los derechos.

Primera edición, agosto 2015

De la presente edición:

D.R. 2014, María Teresa Mijares Cervantes

© Bonilla Artigas Editores, S.A. de C.V., 2015

Cerro Tres Marías número 354

Col. Campestre Churubusco, C.P. 04200

México, D. F.

editorial@libreriabonilla.com.mx

www.libreriabonilla.com.mx

© Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

Av. Eugenio Garza Sada Sur No. 2501,

colonia Tecnológico de Monterrey,

Nuevo León, C.P. 64849.

ISBN: 978-607-8348-77-0 (Bonilla Artigas editores)

ISBN ePub: 978-607-8450-81-7

Responsable de la colección: Nicolás Mutchinick Babinsky

Cuidado de la edición: Bonilla Artigas Editores

Diseño editorial: Saúl Marcos Castillejos

Diseño de portada: Teresita Rodríguez Love

Hecho en México

Contenido

Contenido

Introducción

Una nueva nación: realidades, necesidades y oportunidades

A) De los últimos años como colonia a los primeros años como nación independiente

1. Reformas borbónicas e ideas ilustradas en la Nueva España

2. La independencia de España: la compleja realidad y la búsqueda de la definición de la mirada propia

B) Educar para progresar: La educación, proyecto de la nueva nación

1. La educación: la transición de la Colonia a la Independencia

2. La educación de la mujer

C) Las publicaciones periódicas, signo de tiempos ilustrados

1. La Modernidad, el espacio privado y la aparición de la mujer como público lector

2. Las publicaciones periódicas y el auge de la imprenta y la edición a la vuelta de la Independencia

3. Las revistas literarias: Publicaciones para la mujer mexicana

La construcción del edificio de la ilustración del sexo débil: el acto del decir como acto ilustrado

A. La enunciación o el acto del decir

1. El contexto del decir: entre hombres eruditos, academias y tertulias o el ambiente ilustrado del decir

2. La realidad discursiva o los discursos que van y vienen

3. La enunciación o la posibilidad de emergencia del sujeto

4. La enunciación del Semanario de las señoritas como acto ilustrado

B) Entre el decir y lo dicho: la materialidad del Semanario de las señoritas mejicanas

1. La materialidad de lo impreso como elemento constructor de sentido

2. El título, la portada, los índices y las listas de suscriptores

3. El recurso de la imagen: educando la mirada con nuevas formas de lectura

La entrada de las señoritas mexicanas en “el grandioso alcázar del saber”: lo dicho y la construcción de la idea de mujer

A) Lo enunciado: cómo es una señorita bien educada

1. El discurso como proyección de imaginario

2. Los enunciados del decir: el discurso marco y los actantes de la comunicación

3. El enunciado enunciado: el discurso de los contenidos y los actantes de la narración

B) Entre las ciencias y las artes: “Quien mas sabe puede obrar mejor”

1. Las ciencias: “de la utilidad más practica y de la distracción más amena”

2. Las artes propias de una señorita bien educada: el dibujo, el bordado, la moda

C) La mujer ilustrada: “La perfeccion de las facultades intelectuales”

1. El arte de conversar o la conversación ilustrada

2. La lectura ilustrada

Conclusiones

Bibliografía

Anexos

Sobre la autora

A Ana, a Raúl, a Isabel.

Por su incondicional

y siempre entusiasta apoyo.

Por estar siempre presentes.

 

Introducción

Varios factores coincidieron en la definición y delimitación de este trabajo de tesis doctoral. Mi interés por el siglo XIX, particularmente como el espacio privilegiado de la Revolución Industrial y de transformaciones sociales en la vida cotidiana de las ciudades; como periodo de origen de la prensa periódica moderna; como periodo propicio para varios de los movimientos independentistas de América Latina, particularmente el de México, me orientó hacia el fenómeno de la aparición e importante desarrollo de las publicaciones periódicas del siglo XIX mexicano. En el año 2008 tuve la oportunidad, gracias al apoyo de la Cátedra Memoria, Literatura y Discurso, de realizar una estancia de investigación en la Benson Library de la Universidad de Texas en Austin. Los fondos de la Benson Library me permitieron entrar en contacto con publicaciones para mujeres del siglo XIX mexicano, entre ellas Semanario de las señoritas mejicanas, Panorama de las señoritas, La Camelia y La semana de las señoritas. Por otra parte, en el mismo sentido, los fondos de la Biblioteca Cervantina del Tec de Monterrey, en el Campus Monterrey, me facilitaron el contacto con varias publicaciones del siglo XIX mexicano, entre ellas algunos calendarios para mujeres. Por último, una breve visita a la John Carter Brown Library, de la Universidad de Brown en Providence, Rhode Island, me facilitó el contacto con publicaciones inglesas para mujeres del siglo XVIII. Al pasar sus páginas, me intrigaron sus lectores, o más bien, sus lectoras. Me preguntaba si estas revistas y calendarios habrían de verdad impactado la vida y las maneras de ver el mundo de aquellas mujeres a quienes estaban dedicadas. Al estudiarlas un poco concluí que en ellas había mucho de lo que me cautivaba del siglo XIX: eran, definitivamente, una bella muestra de los primeros años de la prensa periódica mexicana. Las litografías, los recursos tipográficos que adornaban sus páginas, el papel y el encuadernado –entre otros detalles– las corroboraban como un producto de la Modernidad, fuertemente alentada por la Revolución Industrial. La lectura periódica que promovieron seguramente había generado transformaciones en la vida cotidiana de sus lectoras. Por lo menos, en el manejo del tiempo libre. Finalmente, su aparición en el espacio mexicano de la primera mitad del XIX había sido parcialmente posible debido a las transformaciones políticas y sociales que se dieron en los primeros años del siglo y que culminaron con la consumación de la independencia en 1821.

Por otro lado, estas publicaciones me brindaban la oportunidad de abordar algo en lo que, seguramente por mi formación académica, siempre he creído: el importante papel que tienen en la vida del hombre la lengua y su posibilidad cotidiana, el discurso. Efectivamente, las publicaciones me parecieron también una rica manifestación de la práctica y las posibilidades discursivas. Así las cosas, no fue difícil decidir: el discurso de las publicaciones periódicas mexicanas para mujeres ofrecía un enorme espacio de investigación. Aunque no fue, sin embargo, la primera publicación que integraba a la mujer entre sus lectores, el Semanario de las señoritas mejicanas apareció en 1841 como la primera publicación dedicada exclusivamente a la mujer mexicana y a su educación. Esa dedicación exclusiva a “las señoritas” me llevaba a un discurso en el que la mujer era la primera protagonista y a través del cual sería factible apreciar parte del imaginario de la época sobre la mujer. También como primera publicación dedicada exclusivamente a la mujer, en un espacio en el que el acceso de ésta a la educación había estado restringido, el discurso de la publicación se ofrecía como recurso para apreciar algo más de la mentalidad de la época. Si bien el Semanario de las señoritas mejicanas fue, hasta cierto punto, audaz y vanguardista, su discurso no dejó de ser una de las posibilidades discursivas derivadas del orden establecido y de la visión de las cosas en la primera mitad del siglo XIX mexicano.

Al revisar la literatura de investigación sobre las publicaciones periódicas mexicanas del siglo XIX, y en particular de la primera mitad del XIX, descubrí que hay una variedad de trabajos que abordan estas publicaciones desde la historia de las mentalidades y la historia de la cultura material. En particular, desde la historia de la cultura escrita, del libro y de todo lo impreso. Por otro lado, las publicaciones periódicas mexicanas del XIX han sido estudiadas también como parte de la manifestación de la tradición literaria de la época. Los hombres de letras del XIX tuvieron presencia importante en la prensa periódica mexicana, por lo que estas publicaciones ofrecen ahora un espacio fructífero para el estudio de lo literario y de la circulación de las ideas de la época. Así, si bien se puede decir que hay mucho trabajo de investigación detrás de las publicaciones mexicanas del siglo XIX, éstas han sido poco abordadas como práctica discursiva de lo cotidiano. Más oportuno me pareció, entonces, acercarme al Semanario de las señoritas mejicanas en tanto que fenómeno discursivo. La investigación que aquí presento es la concreción de esta decisión.

El trabajo lleva por título La construcción del imaginario femenino en el acto de enunciación del Semanario de las señoritas mejicanas y está ogranizado en tres capítulos. El primero elabora una revisión del contexto histórico de la situación de enunciación del Semanario de las señoritas mejicanas. El segundo capítulo parte del nivel del decir y busca articular, a partir de consideraciones de la materialidad de la publicación, este nivel del decir –de la enunciación– con el nivel de lo dicho –de lo enunciado. El tercer capítulo aborda y analiza lo dicho en el nivel superficial del discurso de la publicación con el objetivo de recuperar la narración que lo hace posible y el esquema de valores, deseos y temores que subyace a dicha narración. Se trata, por supuesto, de la historia que narra a la mujer.

El objetivo principal de la investigación es la recuperación de la construcción discursiva de la idea de mujer en el Semanario de las señoritas mejicanas. Detrás de este objetivo están las consideraciones sobre el discurso y las prácticas discursivas que apuntan a reconocerlo como elemento mediador en la construcción del sujeto y de lo social. De esta forma, el punto de partida de esta investigación es el reconocimiento del Semanario de las señoritas mejicanas como acto de discurso. A partir de esta definición, las decisiones teóricas y metodológicas necesarias fueron elaborando el camino.

Dos grandes propuestas teóricas constituyen el armazón estructural del estudio. Por un lado, las ideas y reflexiones sobre la enunciación de Émile Benveniste me permitieron estructurar el acto de discurso que constituye el Semanario de las señoritas mejicanas a partir de su enunciación: es decir, a partir del acto del decir y de lo dicho en el acto del decir. Al estudiar el periodo de aparición de la publicación, me pareció que era necesario reconocer y valorar el discurso del Semanario de las señoritas mejicanas en función de lo que implicaba y ponía en juego como acto del decir. Las ideas de Émile Benveniste me ofrecieron enormes posibilidades en este sentido. Solamente a partir del planteamiento de la aparición del Semanario de las señoritas mejicanas como acto de enunciación y de las consideraciones sobre el sujeto enunciador y la construcción de la voz enunciadora resultaba viable abordar lo dicho, lo enunciado.

Si las ideas de Benveniste fueron decisivas, inclusive para la estructuración de las partes del trabajo, los estudios sobre la narración de Algirdas J. Greimas y su propuesta de una narratividad subyacente al nivel sintagmático del discurso me proporcionaron un modelo teórico sólido y preciso para el análisis fino del discurso del Semanario de las señoritas mejicanas. Aunque los editores de la publicación –Vicente García Torres e Isidro Rafael Gondra– son, efectivamente, los responsables de su enunciación material, la propuesta de A. J. Greimas los rebeló como portadores y reafirmadores de una visión y un orden del mundo que no eran exclusivos de ellos. Particularmente, los conceptos de isotopías y de actantes –sujeto y objeto– permitieron eslabonar el nivel sintagmático del discurso con el nivel subyacente, profundo, de una narración que rebasa los límites de la circunstancia espacio-temporal del Semanario de las señoritas mejicanas y en la cual se asoma no sólo una idea de mujer, sino también un esquema de valores y una visión del mundo. En este libro me ocuparé exclusivamente de lo que concierne a la idea de mujer.

El primer capítulo, “Una nueva nación: realidades, necesidades y oportunidades”, tiene como objetivo contextualizar históricamente la aparición del Semanario de las señoritas mejicanas. Éste formó parte de un fenómeno comercial y cultural que se desarrolló en Europa pero que rápidamente se extendió y dio frutos en el continente americano. Varios factores, nacionales e internacionales, coincidieron y particularizaron el desarrollo de la prensa periódica en México: la circulación de las ideas ilustradas desde los últimos años del siglo XVIII y sus efectos, algunos de ellos generados con las reformas borbónicas; la libertad de imprenta, promulgada en la Constitución de Cádiz en 1812 y consolidada en la Constitución Federal de 1824; la firma de los Tratados de Córdoba y la necesidad imperiosa de definir el rumbo adecuado para la nueva nación independiente; la inminente urgencia de educar a las futuras nuevas clases dirigentes y al pueblo; la apertura y la mirada hacia las ideas y lo que sucedía en Europa y en Estados Unidos; el desarrollo de las tecnologías de la imprenta y la edición y la posibilidad de importar al país estos progresos; y, desde la perspectiva de la historia de la lectura y de la mujer lectora, el paso de una lectura religiosa a una lectura secular y de una lectura colectiva y en voz alta a una lectura individual y silenciosa, así como el reconocimiento de la mujer como público lector y consumidor de bienes de cultura por parte de la industria de comercialización de la letra escrita. Todos estos factores colaboraron de distintas maneras en lo que ahora podemos identificar como un desarrollo importante de la industria de la edición y la imprenta en la primera mitad del XIX mexicano y, particularmente, en el auge de las publicaciones periódicas para mujeres en la década de 1840. El capítulo busca integrar todos ellos con el fin de tener una visión de conjunto del contexto de aparición de la publicación.

El segundo capítulo, “La construcción del edificio de la ilustración del sexo débil: el acto del decir como acto ilustrado”, plantea la aparición, circulación y recepción del Semanario de las señoritas mejicanas como acto de enunciación y lo propone como acto ilustrado. El capítulo tiene dos objetivos. Por un lado, busca caracterizar la situación –el contexto del decir– en la que este acto de enunciación se produce, tanto los participantes como la atmósfera: los editores y el grupo de hombres del que formaban parte; la mujer mexicana de la primera mitad del siglo XIX; el ambiente de cafés, tertulias y rico intercambio discursivo. A partir de esto, el capítulo busca corroborar el acto del decir del Semanario de las señoritas mejicanas como acto ilustrado. El segundo objetivo es articular ese acto del decir con lo dicho. La concreción del decir se resume en la materialidad misma de la publicación y, al mismo tiempo, ésta funciona como un dispositivo constructor de sentido. Por esto, a partir de algunas consideraciones de la materialidad del Semanario de las señoritas mejicanas, el capítulo articula el decir con lo dicho: la portada y el título, los índices y el recurso de la imagen litográfica, considerados como parte del discurso de la publicación, son abordados no solamente como rasgos de su materialidad, sino particularmente como recursos generadores de sentido.

El tercer capítulo, “La entrada de las señoritas mexicanas en “el grandioso alcázar del saber”: lo dicho y la construcción de la idea de mujer”, examina lo enunciado en el Semanario de las señoritas mejicanas. Una clasificación del discurso de la publicación en “discurso marco” y “discurso de los contenidos” organiza el primer acercamiento a este nivel del mismo. El análisis de los actantes –de la comunicación y de la narración– organiza el desarrollo del capítulo. El concepto y la delimitación de cuatro isotopías presentes en el discurso: la naturaleza de la mujer, su espacio, su ocupación y su relación con los otros facilitan la articulación del nivel sintagmático y superficial del discurso de la publicación con los actantes de la narración, a partir de los cuales se revela la idea de mujer detrás del Semanario de las señoritas mejicanas. Por último, el análisis de las estrategias de adecuación de los contenidos, particularmente en el discurso que se pretende científico, pone de manifiesto otros elementos de sentido que permiten apreciar la dinámica en juego en el discurso del Semanario de las señoritas mejicanas: una idea de mujer que se quiere ilustrada pero apegada al orden del discurso –como propone Michel Foucault– y a un orden de las cosas que parece estar en transición y levemente empezando a cambiar.

Para terminar esta introducción, resulta necesario hacer una explicación de carácter metodológico. Ésta tiene que ver con la forma en que se seleccionaron los distintos textos para el análisis del discurso del Semanario de las señoritas mejicanas. He mencionado arriba que en este análisis el “discurso de la publicación” abarca tanto lo que se deriva del acto del decir como lo dicho. Al considerar el nivel de lo dicho, la materialidad de la revista y los artículos que ofreció a sus lectoras constituyen el texto, los textos de la publicación. Al hablar de los textos verbales, la decisión de seleccionar algunos y descartar otros, no fue fácil. En primer lugar, porque la cantidad es grande –más de 1 300, de distintas dimensiones y de muy variadas temáticas, distribuidos en tres tomos–, pero también, porque casi todos ofrecen muchas posibilidades para el análisis de la idea de mujer. La primera decisión que tomé en este respecto fue que trabajaría solamente con algunos de los textos de la publicación, la totalidad quedaba descartada, pues me parecía que eso rebasaría los límites de este trabajo. Esto significó dejar de lado –para otra ocasión, tal vez– muchos textos que ofrecían interesantes oportunidades de análisis. Una lectura cuidadosa de las páginas del Semanario de las señoritas mejicanas, me permitió seleccionar tanto textos figurativos como no figurativos. De estos últimos, me interesaban en particular los que tenían que ver con la educación científica que ofrecía la revista. El Prospecto y la Introducción resultaron ineludibles. Y por último, en razón del objetivo principal de este trabajo, consideré apropiado incluir textos que tuvieran que ver explicítamente con el tema general de la educación de la mujer, aunque de alguna manera todos los textos de la publicación tenían que ver con ese tema. Muchos de los textos que no abordé son extraordinarios espacios para el análisis y la reflexión. Sin embargo, espero haber hecho la selección más adecuada para el logro de los objetivos de esta investigación.

He decidido integrar al final, en forma de anexos, la versión completa del Prospecto y de la Introducción, además de una copia de cada una de las portadas de los tres tomos de la publicación y de algunas de las litografías en las que me apoyo para el análisis de la materialidad. Considero que esto resultará en una mejor lectura para el que se acerque a este trabajo.

Con el fin de facilitar la lectura, he tomado varias decisiones. Al referirme a los nombres de los distintos textos de la publicación he usado el entrecomillado, con la excepción del Prospecto y de la Introducción. Atreviéndome a considerar que el lector hará uso de la versión completa de estos textos disponible para él en los anexos, los citaré sin referir las páginas puntuales. Al referirme y citar cualquiera de los otros textos de la publicación, proporcionaré siempre el tomo y las páginas de aparición, siempre y cuando la cita exceda más de ocho palabras. Debido al importante número de citas, muchas de ellas de unas cuantas palabras, considero que esto permitirá una lectura más ágil. El título completo de la publicación es Semanario de las señoritas mejicanas. Educación científica, moral y literaria del bello sexo. Considerando las dimensiones del trabajo y el número de veces que el título aparece en él, he decidido simplificarlo y acortarlo. En el primer capítulo, me referiré a él como Semanario de las señoritas mejicanas. Posteriormente, como Semanario de las señoritas o, simplemente, Semanario. Por último, todas las citas tomadas de la publicación respetan la grafía original. Aunque estoy consciente de que esto en algunas ocasiones puede molestar la lectura, he preferido hacerlo así en un afán de fidelidad.