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Castiblanco Durán, Camilo Andrés

Crónicas y relatos de vida: historias de miembros de la Armada Nacional afectados en el cumplimiento de sus funciones/Camilo Andrés Castiblanco Durán, Mateo Echeverry Ángel, Doris Yaneth Herrera Monsalve, Carol Malaver Sánchez, Bogotá: Universidad Santo Tomás, 2017.

194 páginas, ilustraciones, fotografías

Incluye referencias bibliográficas

ISBN 978-958-782-023-2

1. Fuerzas armadas – Crónicas -- Colombia 2. Conflicto armado – Crónicas -- Colombia 4. Víctimas de guerra – Crónicas – Colombia I. Universidad Santo Tomás (Colombia).

CDD 305.90695 CO-BoUST
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© Camilo Andrés Castiblanco Durán, Mateo Echeverry Ángel, Doris Yaneth Herrera Monsalve, Carol Malaver Sánchez

Auxiliares de investigación: Daniela Maldonado Palacios y Alejandro González Greinsffeinstein. Estudiantes Facultad de Sociología.

© Universidad Santo Tomás

© Armada Nacional de Colombia

Ediciones USTA Carrera 9 n.º 51-11

Bogotá, D. C., Colombia

Teléfono: (+571) 587 8797 ext. 2991

editorial@usantotomas.edu.co

http://www.ediciones.usta.edu.co

Directora editorial: Matilde Salazar Ospina

Coordinadora de libros: Karen Grisales Velosa

Asistente editorial: Andrés Felipe Andrade

Corrección de estilo: Henry Colmenares Melgarejo

Diseño y diagramación: Javier Barbosa

Fotografías páginas 24, 48, 66, 72, 109, 113, 134, 144, 154, 188, 189, 174, 190, 191: Javier Rozo.

Crédito fotográfico: Armada Nacional de Colombia

Hecho el depósito que establece la ley

ISBN: 978-958-782-023-2

e-ISBN: 978-958-782-024-9

Impreso por: Digiprint Editores S.A.S.

Primera edición, 2017

Todos los derechos reservados.

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la autorización previa por escrito del titular de los derechos.

Tabla de contenido

Agradecimientos

Prólogo

Palabras de inicio

Presentación

Introducción

Contextos sociales: las dinámicas del conflicto armado

Introducción

El conflicto armado en la región Caribe. Los Montes de María

Contexto geográfico, social e histórico de la región del Pacífico Centro

Crónicas y relatos de vida

“A un héroe de la patria nunca lo recuerdan”

“Llore todo lo que quiera, pero esa pierna no le va a volver a nacer”

“Así como cargaba mi mochila, así cargaba la muerte a cuestas”

“La pérdida de un hijo nunca se supera”

“Levantaron fuego y… pa pa pa pa pa pa pa pa pa”

“Al ser humano nada le queda grande”

“Tuve que aprender a caminar de nuevo”

“Nos estamos cayendo”

“Mi padre fue un héroe que murió sin una sola medalla”

“Se trataba de perder una pierna, o mi vida”

Reseñas

Recordar/narrar:

Introducción

1. Recordar y narrar

2. Narrar desde lo militar

3. “Mi historia es…”. (Notas sobre testimonios de miembros de la Armada Nacional afectados por el conflicto armado y sus familias) 164

4. El recordar y narrar, la memoria y la construcción de paz: a modo de conclusión

Referencias bibliográficas

Palabras finales

Agradecimientos

La realización de esta investigación y la publicación de este libro no podrían haberse realizado sin la colaboración y compromiso de las víctimas y del personal afectado de la Armada Nacional. Todos ellos, narraron momentos difíciles y traumáticos de sus vidas, con la esperanza de dar a conocer otra perspectiva del conflicto y de las afectaciones que éste generó. A todos ellos, eterno agradecimiento.

Así mismo, es necesario mencionar el apoyo constante de la División de Víctimas de la Armada Nacional de Colombia quienes fueron diligentes en apoyar administrativa y logísticamente el desarrollo de este producto. Especial mención merece la Capitán de Corbeta Margarita María Miranda Guerrero, artífice de este proyecto, y gestora de la alianza entre la Universidad Santo Tomás y la Armada Nacional de Colombia.

Especial mención para Daniela Maldonado y Alejandro González, de la Facultad de Sociología, quienes demostraron las competencias investigativas de nuestros estudiantes, exhibiendo habilidades investigativas, de trabajo de campo, logísticas y administrativas. Este libro no habría podido realizarse sin su apoyo.

Finalmente, un agradecimiento a la Universidad Santo Tomás, y a todos los entes administrativos y académicos que intervinieron para apoyar cada una de las fases de este proyecto.

Prólogo

En la historia del conflicto armado interno de Colombia, la Armada Nacional debió desempeñar un papel que históricamente estaba destinado exclusivamente a los ejércitos de tierra. Desde la década del 50 en el siglo pasado, la Armada empezó a enfrentar el conflicto con las tripulaciones de las unidades fluviales destinadas a proteger los ríos fronterizos y con las tripulaciones de los botes del componente de la Infantería de Marina, que patrullaban por las arterias fluviales por donde el transporte acuático empezaba a padecer el flagelo de los grupos armados organizados.

Con la intensificación del conflicto en las últimas décadas del siglo xx, la Armada Nacional reorganizó su esfuerzo con el propósito de apoyar las operaciones que realizaban el Ejército Nacional y la Policía Nacional; esta última había sido desbordada por la intensidad del conflicto. En consecuencia, la Armada Nacional debió asumir una parte de la jurisdicción terrestre del país, específicamente la región de los Montes de María y la franja costera de 20 km del Pacífico colombiano. Así mismo, desplegó gran parte de su capacidad sobre la jurisdicción fluvial con el fin de apoyar la maniobra militar terrestre que lideraba el Ejército Nacional. Ante tal responsabilidad, la Armada Nacional se reorganizó internamente con el propósito de fortalecer al componente de Infantería de Marina y al componente de Guardacostas en detrimento, si así se puede decir, de las responsabilidades propias de la Marina sobre la amplia jurisdicción marítima del país.

El papel institucional desempeñado en la región de los Montes de María, mediante operaciones conjuntas con el Ejército Nacional, permitió que fuese la primera zona consolidada del país, convirtiéndola en un polo de desarrollo agrícola y una de las regiones pioneras en la superación efectiva del conflicto armado interno. El camino para alcanzar esto no fue nada fácil. La intensidad de la violencia y la degradación de las acciones armadas desarrolladas por los grupos armados organizados y por el narcotráfico contra los miembros de la Fuerza Pública, crearon las peores condiciones para operar en la región, cobrando la vida de muchos de los miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, y afectando física y sicológicamente a otros más. Las acciones de los integrantes de la Armada Nacional, especialmente del componente de Infantería de Marina, evidencian el valor y el compromiso con el que los marinos de Colombia enfrentaron esta amenaza. A través de sus experiencias se cuenta la historia de todos los integrantes de la Armada. Muchos han debido hacer enormes sacrificios y se han llenado de valor, honor, lealtad institucional y transparencia en su actuar, para superar el reto de cumplir la misión y ganar el conflicto armado.

Las narraciones son desgarradoras, dolorosas y llenas de sufrimiento. Pero también son historias de resiliencia, de superación de las dificultades, de amor por el servicio al país y por la institución. Sus protagonistas nos enseñan que creyeron en la lucha por la consolidación de la seguridad y de la paz. Los relatos evidencian los sacrificios que los familiares de los miembros de la Armada debieron ofrendar, familias que con orgullo y admiración le recuerdan al país lo que sus seres amados hicieron para brindarle seguridad al resto de los colombianos.

Por todo lo anterior, la Armada Nacional ha querido generar un proceso de reparación simbólica a todos sus integrantes que se han visto afectados por la violencia, así como a sus familias. El propósito de este libro es dignificar la memoria de estas vidas, contando una historia que todos los colombianos deben recordar. Entendemos que el proceso de reparación es largo e integral y no es exclusivo de la institución castrense, al igual que tampoco se limita exclusivamente a la publicación de un libro. Por ello, proponemos que se entienda este producto académico como un eslabón más en la cadena de atención a las víctimas y como la prueba material del compromiso que tenemos para atender integralmente a este personal.

Finalmente quiero señalar que este libro es un aporte a los debates sobre la memoria histórica que actualmente se vienen desarrollando en el país. Proporciona un insumo ausente en varias publicaciones académicas: la voz y la experiencia de los miembros de las Fuerzas Militares. En este caso particular, de la Armada Nacional de Colombia.

Almirante Leonardo Santamaría Gaitán

Comandante Armada Nacional

Palabras de inicio

Bajo el acertado liderazgo del Señor Comandante de la Armada Nacional, la fuerza vio la necesidad de crear una dependencia que tuviera como función principal el fortalecimiento de la integridad jurídica y la defensa institucional a través de lineamientos y directrices que permitieran atender todos los requerimientos procedentes de cualquier tipo de organismo de carácter nacional o internacional, protegiendo, en todo caso, los intereses institucionales así como los de sus miembros.

Por honrosa destinación del alto mando naval, tengo el honor de comandar desde el 16 de junio de 2016, fecha de su creación, la Jefatura Jurídica Integral de la Armada Nacional; Jefatura multifacética, tripulada por Oficiales, Suboficiales, Infantes de Marina y personal no uniformado, que cuentan con el conocimiento, las capacidades, las competencias, pero sobre todo, el espíritu de servicio necesario para llevar a puerto seguro la misión encomendada.

Una de las principales funciones de esta Jefatura, es la que cumple por medio de la Dirección de Víctimas, Memoria Histórica y Justicia Transicional (DIVIM). Dirección que tiene la gran responsabilidad de recopilar y construir la memoria histórica institucional, estructurar iniciativas legislativas en desarrollo de los instrumentos de la Justicia Especial para la Paz (JEP), pero más que nada, la de visibilizar a nuestros marinos y sus familias, quienes en el desarrollo de operaciones que tenían como único propósito el de mantener el Estado de derecho, han resultado afectados como consecuencia de un hecho heroico, pero que de manera valerosa siguen luchando por sus sueños y el de sus seres queridos, muchas veces alejados de sus hogares o enmarcados en los fríos pasillos de un hospital.

Durante más de un año, esta Dirección a través de la División de Víctimas, apoyada por la Universidad Santo Tomás y bajo el rigor académico que caracteriza a este claustro, centró sus esfuerzos en conocer el sentir de nuestras víctimas producto del conflicto, quienes a través de sus relatos y crónicas decidieron consignar su verdad; sin caer en halagos ni pretensiones, nos pidieron plasmar en este libro su clamor, de ser reconocidos, comprendidos y exaltados, por un país que a veces olvida muy rápido.

De esta manera, la Armada Nacional pretende tocar el corazón y la razón de nuestra sociedad solidaria, la academia y de los organismos tanto nacionales como internacionales, para reconocer en estos héroes la importancia de su espíritu altruista como el de cualquier colombiano, y su extraordinaria capacidad de sacrificio, quienes una vez juraron defender el azul de nuestra bandera, otorgando su legado más preciado, ¡SU PROPIA VIDA!

Contralmirante Camilo Hernando Gómez Becerra

Jefe Jefatura Jurídica Integral de la Armada Nacional

Presentación

Esta publicación surge del convenio de investigación celebrado entre la Armada Nacional de Colombia y la Universidad Santo Tomás N° 977 en el año 2016, alianza que demuestra que es posible generar puentes y espacios de comunicación entre la academia y otros sectores de la sociedad; en este caso la Armada Nacional de Colombia, y con el propósito conjunto de construir una memoria incluyente, en la que todas las voces tengan cabida y que se construyan escenarios de paz a partir de los reconocimientos que cada actor perciba, y generando procesos de resignificación de las vivencias en los territorios, una forma, tal vez simbólica, de construir la paz territorial.

La articulación entre estas dos instituciones va más allá de este libro resultado de un proceso de investigación sobre la “Reconstrucción de narrativas de las víctimas de la Armada Nacional reconocidos como víctima por la Ley 1448 de 2011”, esperando que se desarrollen diálogos de saberes entre la experiencia en terreno que desarrollan los miembros de la Armada Nacional de Colombia, con los procesos de investigación y reflexión sobre el conflicto armado interno que se ha liderado desde las líneas de investigación: Conflicto, política y democracia; Desarrollo, políticas públicas y planeación participativa; Subjetividades, acción colectiva y transformación social; del grupo de investigación “Conflictos sociales, género y territorios” de la Universidad Santo Tomás, que se ven reflejados en nuevos proyectos de investigación, espacios curriculares y en la proyección social de nuestra institución.

Por todo lo anterior, es un placer presentar ante la comunidad académica y la sociedad, en especial a los integrantes de la Armada Nacional, este texto en el que se reconstruyen los relatos de vida de unos miembros de esta institución que tuvieron que trasegar en medio de la hostilidad y la violencia, poniendo en riesgo su integridad personal para cumplir con los propósitos constitucionales.

A través de los relatos hay un acercamiento a las dinámicas y consecuencias del conflicto, a la tragedia humana de las hostilidades, y a la irregularidad de las prácticas desarrolladas por los combatientes. Pero también, hay ventanas hacía la esperanza, hacía el perdón y la reconciliación de aquellos que han tenido que padecer las peores consecuencias tras estos más de 50 años de violencia.

En el escenario actual que atraviesa el país, es importante comprender las posiciones de las partes, entendiendo los sacrificios y sufrimientos que tuvieron que padecer, como un mensaje claro para las futuras generaciones que no deben repetir estos años de barbarie y destrucción. Al contrario, este libro es una invitación a humanizar a los combatientes, a dimensionar de otra forma el conflicto armado colombiano, valorando sus vivencias, sus sueños y el sacrificio de sus familias.

Como División de Ciencias Sociales, y en particular desde la investigación desarrollada por los grupos de investigación, se ha entendido que la construcción de ejercicios de memoria histórica es una oportunidad para generar encuentros entre las partes, para comprender las posiciones y acciones del otro, y a partir de ello, poder generar espacios de diálogo y acercamiento mutuo.

Así, la memoria es un espacio de inclusión, de reconocimiento de las diferencias y de construcción de oportunidades de interlocución entre aquellos que se entendían como contrarios. En ese sentido, la memoria es una herramienta fundamental para la reconciliación entre los colombianos, para que se abolan las posturas radicales y estigmatizadoras que niegan política y simbólicamente al otro, negándole la oportunidad de ser una contraparte política y democrática.

Agradezco a la Armada Nacional de Colombia por este espacio de aprendizaje, en el que los integrantes del equipo de investigación reconocieron una nueva cara del conflicto armado, y tuvieron una nueva valoración del papel desarrollado por esta institución en el decurso de la historia reciente del país y su aporte a diversos procesos que se han llevado a cabo en las regiones colombianas, además del compromiso de involucrarse en la transformación para que nuestra sociedad sea más pacífica y respetuosa con la diferencia.

Fray Esneider Claros Castro O. P.

Decano División de Ciencias Sociales

Introducción

Las dinámicas del conflicto armado colombiano han generado profundas consecuencias humanitarias, como sea que los métodos y estrategias empleados por los actores armados han desbordado los marcos consagrados dentro de la normatividad internacional. Así, el recuento del conflicto enuncia las peores acciones contra la población civil y las más duras situaciones contextuales.

Si bien la sociedad aún está en el proceso de reconocer y dignificar a las víctimas del conflicto armado, se ha iniciado una reflexión pública a través de las acciones legales y simbólicas que se desprenden de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (2011) así como las transformaciones administrativas y políticas del Estado para dar cumplimiento a la misma. Estas acciones han supuesto un debate transicional sobre el papel de las víctimas en el proceso de superación del conflicto y un desarrollo de esclarecimiento sobre las verdaderas dinámicas violentas que se han dado en las últimas décadas.

Pese a este proceso de reconocimiento a las víctimas, el debate sobre la condición de víctimas de los miembros de la Fuerza Pública ha avanzado con menor velocidad y ha tenido poca acogida en algunos de los escenarios académicos. Así mismo, aunque existe una voluminosa producción sobre el conflicto armado, pocos centran su atención sobre los contextos y marcos significativos que provienen de estas instituciones policiales y militares.

En el marco del cumplimiento de su misión constitucional, la Armada Nacional de Colombia enfrenta múltiples situaciones que ponen en riesgo la vida y la integridad de sus miembros, sin importar la especialidad en la que estos se encuentren. La mayoría de estos sacrificios se convierten en historias anónimas, desconocidas por la sociedad, que no entiende ni comprende los retos que debe enfrentar a diario un militar colombiano.

Muy recientemente, en el año 2014, comenzó el debate jurídico y académico sobre la condición de víctimas que pueden tener algunos miembros de la institución cuando reúnen los requisitos consagrados en la Ley 1448 de 2011, debates técnicos que han sido pioneros en generar una reflexión pública sobre el accionar de las Fuerzas Militares. Sin embargo, el propósito de este libro va más allá de lo estipulado dentro del concepto jurídico de “víctima”, proponiendo un debate público más amplio e integral, desde el ámbito interpretativo del concepto de “afectación” en el marco de la prestación del servicio.

Por tal motivo, el presente libro sintetiza, desde tres lenguajes distintos, este sacrificio y afectación buscando generar incidencia en diferentes escenarios y públicos. En la primera parte del documento, se encuentra un análisis de contexto, en el que se reflexiona académicamente sobre los contextos sociales, económicos y políticos de dos regiones en las que ha operado la Armada Nacional: los Montes de María en el departamento de Bolívar, y el Pacífico colombiano en la subregión denominada Pacífico Centro. En estos entornos se comprenden sucintamente las dinámicas de seguridad que obligaron a la institución a hacer presencia en estas regiones, a pesar del alto riesgo que representaba para sus integrantes.

En el segundo capítulo, se presentan en un lenguaje periodístico (tipo crónica) diez relatos de vida de personal de la Armada Nacional de Colombia; allí convergen las distintas especialidades y grados de la institución bajo un común denominador: la afectación en el marco de la prestación del servicio. Este capítulo busca sensibilizar con un lenguaje directo y espontaneo, sin ninguna pretensión académica.

Finalmente, el tercer capítulo hace un análisis antropológico sobre la condición de víctima, afectado y sobreviviente, recogiendo las conclusiones de los dos contextos y los valiosos testimonios brindados por 30 militares de la Armada Nacional1. Es un capítulo de cierre, en el que las narrativas militares permiten generar reflexiones sobre cómo hacer ejercicio de memoria histórica en Colombia, y en especial, siendo respetuosas e incluyentes con el honor y la cultura militar.

Como conclusión, el lector se encontrará con una estructura encaminada a que la sociedad dimensione desde distintas posiciones y lenguajes lo que significa ser miembro de la Armada Nacional de Colombia, los servicios que esta institución le presta al país, y los riesgos a los que se enfrentan sus miembros –y que implica arriesgar la integridad personal– al operar en la geografía nacional.

En términos de memoria histórica esto es un debate fundamental, porque se deben reconocer en este debate público las distintas posiciones y percepciones de los diferentes actores, construyendo un discurso inclusivo y democrático que permita que la sociedad tenga unos referentes amplios y unos objetivos para enfrentar el proceso de esclarecimiento de la verdad, que eventualmente tendrá que desarrollarse en el marco de la búsqueda colectiva de la paz.

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Contextos sociales: las dinámicas del conflicto armado

 

Introducción

El conflicto armado colombiano no se ha presentado de forma constante y homogénea en todos los territorios, por ello, cualquier intento de generalización carece de validez académica. Así, aunque los actores armados, económicos y políticos son los mismos, las relaciones que entablan, los móviles de la confrontación y la interacción con la población civil será diferente en cada uno de estos territorios.

De igual manera, las Fuerzas Militares tienen unas formas distintas de relacionarse con el conflicto y sus actores, dependiendo del contexto específico en el que se mueven; por ello, como se verá en este capítulo, la forma de actuar de una institución como la Armada Nacional difiere completamente entre la región Caribe –especialmente en los contornos de los Montes de María–, a la forma como opera en la región Pacífico.

Tres elementos puntuales sustentan esta afirmación: en primer lugar, hay unos elementos geográficos y físicos que distancian profundamente a estos dos territorios. En el caso del Pacífico, se trata de una región estructurada por una densa red fluvial, allí los ríos son el componente central y a través de sus cauces, ha girado la vida y el conflicto de sus comunidades. Son ríos que se conectan con un mar enorme, y que en esa conexión permiten un tráfico permanente de personas y de mercancías, algunas de ellas ilegales y generadoras de violencia.

En el caso de los Montes de María, una región montañosa con una espesa capa vegetal, los Infantes de Marina se salieron de su medio natural para hacer frente al conflicto que afectaba a la región, transformando su forma de operar y de relacionarse con el territorio y con las comunidades.

Una segunda variable a considerar, está en las dinámicas de seguridad que tuvo que enfrentar la Armada Nacional. En el primer territorio (el Pacífico), el tráfico de narcóticos y la relación que este negocio ilícito creó con los diversos actores, fue el centro del conflicto y por tal razón, de la operatividad de esta institución. En el caso de los Montes de María, aunque también estaba presente esta economía ilegal, otras dinámicas derivadas del control del territorio y de la coacción a la población civil, configuraron la misión particular.

Finalmente, aunque en los dos territorios delinquían los mismos actores armados, estos transgredían la ley de manera distinta y particular. Si se toma el ejemplo de las Farc, hay que señalar que el Frente 37 (en la región Caribe) hizo del uso de artefactos explosivos no convencionales una característica central de sus acciones contra la población civil y contra las Fuerzas Militares; a su vez, los frentes que operaban en el Pacífico articularon estrategias destinadas a generar un control ilegal sobre los principales ríos. Esto se asume desde una perspectiva humana y vivencial en el siguiente capítulo, en el que se parte de los relatos del personal afectado por cuenta del conflicto armado y de los sacrificios personales y familiares que debieron realizar en tan difíciles y complejos escenarios.

De esta manera, en este capítulo, el lector encontrará una rápida revisión de los elementos más significativos y característicos de estos dos contextos sociales, acompañados de una descripción de las situaciones de conflicto; contextos que permitirán que se comprendan los múltiples escenarios operacionales en los que la Armada Nacional debe desempeñar su misión constitucional; y también, contextualizar los relatos de los miembros de la institución, los hechos victimizadores que debieron enfrentar y los retos futuros en materia de seguridad.

El conflicto armado en la región Caribe. Los Montes de María

a) El Bloque Caribe de las Farc. Expansión territorial y retaguardias estratégicas

La presencia de las Farc en la región Caribe está marcada por dos momentos históricos distintos, diferenciados por el grado de organización y la presencia territorial de sus frentes a lo largo de la región. El primer momento (década del setenta) está caracterizado por la presencia del Frente 35, que funcionaba de manera descentralizada y que heredó la tradición de algunas guerrillas liberales que actuaron en esta región desde comienzos del siglo xx, especialmente en los departamentos del Atlántico, Magdalena y en el sur de Bolívar.

Durante ese período histórico, la organización armada basaba su funcionamiento en unas dinámicas de microcriminalidad, vinculadas al negocio de la cuatrería (en las zonas ganaderas de la región), a la vinculación con el contrabando y el negocio de los ‘marimberos’, y a la extorsión a los negociantes de la zona. Estos procesos de financiación limitados y escasos serán la explicación de una capacidad de generar acciones armadas de menor escala, y de tener un nivel de hostilidades menor al del resto del país (CNMH, 2013).

Esto contrasta con la situación que se vivió en la década del ochenta en la zona sur de los departamentos de Sucre y de Córdoba (zonas fronterizas con el norte antioqueño y Santander), donde confluye el cinturón del Magdalena Medio, y en donde el accionar de las Farc se centró en generar extorsiones y hostigamientos en contra del sector ganadero y algodonero de la región; lo que devino inmediatamente en una reacción violenta por parte de actores ilegales vinculados a estos sectores económicos y que crearon una amalgama social en la que el binomio “subversión / antisubversión”2 marcó índices de violencia mucho más elevados que los que se estaban viviendo en el norte de la región. En ese sentido, es importante hacer esta distinción entre la situación que se vivía en la década de los ochenta en la región Caribe, estableciéndose la convivencia de dos grandes subregiones al interior de la misma: la primera en la zona norte, caracterizada por una menor capacidad de acción de las Farc, y en menos tensión con la sociedad civil; y una segunda en la zona sur del Caribe, enclavada en el vórtice del Magdalena Medio, y que haría que esta organización hiciera parte de una gran violencia multiactoral que traería lamentables consecuencias para la población civil y para el desarrollo socioeconómico de la subregión.

Para buscar marcos interpretativos que permitan entender esta diferenciación y este desinterés estratégico que demostraron las Farc con la zona norte de la región, vale la pena remitirse a las conclusiones propuestas por Fernando Cubides en el texto El municipio y la violencia en Colombia (1998), en donde señala que hay una ecuación dentro del conflicto armada colombiano: los actores armados centran su atención e interés en los territorios en los que hay presencia de recursos que vale la pena apropiarse, o donde logran ventajas estratégicas territoriales (corredores de movilidad, enclaves entre frentes o bloques, o desestabilización de otros actores armados). En ese sentido, Cubides evidencia que detrás de las aparentes tensiones ideológicas lo que se encuentra es una lógica económica que orienta la focalización del conflicto armado.

“A partir de los años ochenta todos los grupos guerrilleros, incluidas las Farc, una vez consolidadas sus áreas de influencia en las regiones de colonización concebidas como retaguardias estratégicas, dan un salto hacia regiones con significación en el plano económico, con objeto de buscar control directo en la explotación de recursos naturales o la extorsión a sus productores” (Vicepresidencia de la Republica, 2001, citado por Porras 2014, p. 364).

Desde esta perspectiva analítica, en la década de los ochenta el norte de la región Caribe reportaba unas condiciones socioeconómicas que no eran favorables para el accionar de las Farc: una economía que giraba en torno a los puertos y al sector turismo, lo que implicaba una alta presencia del Estado y sus instituciones (entre ellas las militares), y a la par, unos cinturones de miseria que bordeaban estos grandes enclaves económicos, y en donde el tipo de accionar que desarrollaba esta organización no le permitía generar réditos económicos o estratégicos significativos.

Caso contrario sucedía en el sur de la región, en donde los sectores ganadero y algodonero estaban en un auge económico sin precedentes en la historia del país (Aguilera, 2004), con unas condiciones de regulación y presencia del Estado mucho más limitadas, y con la existencia de unas comunidades campesinas que tenían profundas tensiones con las estructuras del latifundio y los grandes hacendados, creando contradicciones sociales que le permitieron a las Farc generar unas relaciones y unas bases sociales. Allí, ubicaron a los frentes 37 y 41, los cuales hicieron un ejercicio de concentración de hombres provenientes de Antioquia y Santander para tener mayor presencia armada en este contexto territorial.

El Observatorio de Paz Integral (2008) realiza un mapa muy diciente y esclarecedor sobre la forma en la que esta organización intentó tener una presencia más fuerte en esta región del país, planteando que hubo un movimiento de enroque, en el que trataron de concentrar fuerzas en el vórtice de los departamentos de Antioquia, Sucre, Bolívar y Santander (enclave norte del Magdalena Medio), entendiendo que esta era una oportunidad estratégica para conectar al sur con el norte del país, intentando apoderarse del que, en ese momento, era el mejor corredor de movilidad existente. La historia de esta organización durante el período histórico objeto de esta investigación se concentraría en ubicar sus frentes en la búsqueda de armar corredores estratégicos que les permitiera garantizar la movilidad y tráfico de armas y narcóticos entre sus estructuras; a esto se le denomina el “enfoque territorial del conflicto armado”, que es el que interesa en esta investigación (Vásquez, 2013).

Cuando se produce el intento fallido de acuerdo de negociación con el Gobierno de Virgilio Barco Vargas y se produce la Operación Colombia por parte de las Fuerzas Militares (en el marco de la denominada “guerra integral”) en contra del Secretariado de esta organización, se produce una transformación morfológica, estratégica y violenta dentro de la misma. En esta transformación, que queda plasmada en la Octava Conferencia de las Farc desarrollada en abril de 1993, la organización enarbola un plan de crecimiento y expansión territorial, que traería profundas consecuencias sobre las dinámicas del conflicto armado, en la medida que:

Dentro de los planteamientos trazados en la reunión se resaltó, en lo militar, el establecimiento de sesenta frentes y el cubrimiento casi total del territorio nacional, superando así, el objetivo planteado en la Octava Conferencia de alcanzar los cuarenta y ocho frentes. Sin embargo, es posible que la primera cifra sea ligeramente menor, pues en la lista de asistentes a la conferencia se incluía aparte de los cincuenta y tres delegados de frentes rurales, a tres representantes de frentes urbanos, otros tres de la “guardia del Secretariado” –que, debido a la cantidad de miembros, seguramente se asimilaban a frentes– y dos delegado más de la OP –desconocemos el significado de esta abreviatura, pero podría corresponder a Organización Política–. (CNMH, 2013, p. 180).

Por supuesto, los resultados de esta conferencia afectaron a todo el país, incluyendo a la región Caribe, en donde hubo un incremento del número de hombres, de recursos y de intencionalidad de ataque por parte de las Farc, que intentó copar todo el territorio de la región, entrando en confrontación con el Estado y con otros actores ilegales que hacían presencia en la zona, tales como el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y estructuras vinculadas a las formas de autodefensa ilegal, que pronto se cobijarían bajo el ropaje de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia).