Bibliografía

AHMED KUDSI ERGUNER Y PIERRE MANIEZ, 150 cuentos sufíes. Ed. Paidós Ibérica, Barcelona, 1994

ANA CRISTINA HERREROS, Cuentos populares de La Madre Muerte. Ediciones Siruela, Madrid, 2011

Antología de leyendas universales, AL.Mateos S.A., Madrid 1991

ANTONIO R. ALMODÓVAR, Cuentos maravillosos. Cuentos al amor de la lumbre I. Ed. Anaya, Basauri, 2011

AURORA DÍAZ PLAJA, Cuentos clásicos anónimos. Ed. Algaida, Sevilla, 1994

BARDO-THÖDOL, El libro tibetano de los muertos. Ed. EDAF, Madrid, 1980

BEGOÑA IBARROLA, Cuentos para el adiós. Ed. SM, Madrid, 2006

CONSUELO SANTAMARÍA, El duelo y los niños. Ed. Salterrae, Santander, 2010

DAVID SOLÁ, Lo siento, te amo. El milagro del amor creativo. Ediciones Noufront, Valls, 2011

EDUARD JOSÉ, VALENTÍ GUBIANAS, Julia tiene una estrella. Ed. La Galera, Esplugues de Llobregat, 2006

ELISABETH KÜBLER-ROSS, La rueda de la vida. Ed. Bolsillo Zeta, Barcelona, 2006

ELISABETH KÜBLER-ROSS, Sobre la muerte y los moribundos. Ed. Grijalbo, 1993

ESCUELAS INFANTILES WALDORF (traducción Ignasi Vázques, ilustraciones Sergi Cámara e Ivan Vázquez), La pequeña semilla. Ed. ING Edicions, Barcelona, 2002

GIBRÁN JALIL GIBRÁN, El profeta. Ed. Alba, Madrid 1996

HANS CHRISTIAN ANDERSEN, cuento original El ángel (Dinamarca, 1805-1875)

J. Y W. GRIMM, POR E. JERICHAU, Todos los cuentos de los hermanos Grimm. Ed. Rudolf Steiner, Madrid, 2000

JACK CANFIEL Y MARK VICTOR HANSEN, Sopa de pollo para el alma. Ediciones B, Barcelona, 1997

JOSÉ CARLOS BERMEJO, Estoy en duelo. Ed. PPC, Madrid, 2005

JOSÉ CARLOS BERMEJO, Regálame la salud de un cuento. Ed. Sal Terrrae, Santander, 2004

JOSÉ CARLOS BERMEJO, Regálame más cuentos con salud. Ed. Sal Terrae, Santander, 2008

LYDIA GIMÉNEZ LLORT, ¡Vuela, mariposa! ¡Vuela!. Ed. Oyakudachi para niños, Barcelona 2009

MARGARET WILD Y RON BROOKS, Nana Vieja. Ediciones Ekaré, Venezuela, 2000

MARÍA ISABEL HERASO ARAGÓN, Viajeros en tránsito. Una perspectiva diferente de la muerte. Un regalo para disfrutar de la vida. Ed. Fundación Internacional del Dolor, Madrid, 2010

MARISA MAGAÑA Y JOSÉ CARLOS BERMEJO, “Modelo humanizar” de intervención en duelo. Centro de Escucha San Camilo. Ed. Sal Terrae, Santander, 2013

MARÍA JEZABEL PASTOR NAVALÓN, Cuéntame un cuento, por favor, Dir.Gral. Familia –Comunidad de Madrid, Madrid, 2006

MARÍA JEZABEL PASTOR NAVALÓN, Te cuento y me cuentas, Dir.Gral. Familia –Comunidad de Madrid, Madrid, 2008

MARIÉ DE HENNEZEL, La muerte íntima. Ed. Plaza y Janés, Madrid

MARISA MAGAÑA Y JOSÉ CARLOS BERMEJO, “Modelo humanizar” de intervención en duelo. Ed. Sal Terrae, Santander, 2013

MILIO RODRÍGUEZ, Contáronmelo pa que lo contara. Ed. Trabe, Oviedo, 2001

NIGEL GRAY Y VANESSA CABBAN, Osito y su abuelo. Ed. Timunmas, Barcelona, 2004

PAULO COELHO, Maktub. Ed. Planeta Deagostini, Madrid, 2001

ROBERT FISHER, El caballero de la armadura oxidada. Ediciones Obelisco, Barcelona 2009

SOFÍA PEREIRA, El arte de educar en familia. Ayudando a nuestros hijos desde su nacimiento hasta la mayoría de edad. Editorial CCS, Madrid, 2001

UDO DE HAES, El niño y los cuentos. Editorial Rudolf Steiner, Madrid, 1984

VALENTÍN RODIL GAVALA, Los ritos y el duelo. Vivir tras la pérdida. Sal Terrae, Santander 2013

WILLIAM WORDEN, El tratamiento del duelo. Asesoramiento psicológico y terapia. Ed. Paidós, Madrid, 2010

YOSANO SIM Y PEDRO PALAO PONS, Cuentos tibetanos. La esencia de la calma. Ediciones Karma, Madrid, 2005

La muerte y el duelo

La muerte y el duelo
a través de los cuentos

Carmen Moreno Lorite

KOLIMA BOOKS

Primera edición: Octubre 2015

©2015 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autor: Carmen Moreno Lorite

Maquetación de cubierta: Patricia Fuentes

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación: Sergio Borras Martin

©sattva78/shutterstock

ISBN: 978-84-163644-4-2

Impreso en España

Si la muerte no fuera el preludio a otra vida,

la vida presente sería una burla cruel

Mahatma Gandhi

A mi padre, que me contaba cuentos y lo sigue haciendo con las historias de su vida.
 A mi madre, por su humor y la energía que nos contagiaba.
A Jose, por transmitirnos en el día a día su sabiduría andina y a nuestros tres hijos–Alberto, Olga y David–
 con los que compartir cuentos, risas y descubrimientos se hace la aventura más emocionante de la vida

Introducción

Es muy importante que hagáis

lo que de verdad os importe…

Sólo así podréis bendecir la vida

cuando la muerte esté cerca.

Elisabeth Kübler-Ross

En este libro iremos recorriendo la muerte y el duelo a través de reflexiones y cuentos que nos ayudarán a mirar ambos procesos, y a entender y salir fortalecidos recorriendo todos los aspectos involucrados. Elegí realizar este libro porque es un tema que personalmente me atrae intensamente, aunque el proyecto no estaba exento de dificultades.

Recuerdo que de adolescente a una vecina se le murió su querido canario Pichi con el que cantaba a diario y pasaba muy buenos ratos. En una conversación con mi madre escuché que nuestra vecina afirmaba: «Nunca más voy a tener un canario, aunque me encanten, porque luego se mueren y lo pasas muy mal». En ese momento me impactó la frase –por eso la recuerdo hasta hoy– y no estuve en absoluto de acuerdo con ella pues ya con mi mentalidad de entonces, pensé: «¿Pero y todo el tiempo que habéis vivido juntos, eso no sirve para nada? Si uno no puede querer a alguien por miedo a que se muera, entonces, ¿para qué vivir?»

Pasado el tiempo he comprendido a mi vecina; la entiendo perfectamente ya que las pérdidas nos causan un tremendo dolor y vacío, pero creo que el miedo al dolor nos impide vivir. También he llegado a entender y a experimentar por mi misma que sí es posible atravesar el dolor, aunque a veces parezca imposible, y salir fortalecido de él en sensibilidad, en esencia, en conocimiento y gusto por vivir.

Años más tarde, andando ya por el mundo del counselling, el duelo y la biografía, he llegado a ver que, más técnicamente, esto se llama «elaboración del duelo».

En el capítulo 1 he buscado recoger algunas preguntas esenciales, algunas reflexiones que nos hacemos cuando la muerte se acerca a nosotros o a un ser querido nuestro. En ese momento nos volvemos más sabios y, con frecuencia, más luminosos. Iremos haciendo un repaso a las fases que describe la maravillosa psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross y, por supuesto, cuentos y anécdotas queridísimos nos acompañarán en cada fase, en cada momento, acunándonos para que la muerte no sea siempre esa fría oscuridad que nos causa pavor, sino una cálida compañera que nos acompaña y puede convertirse en nuestra gran maestra.

En el prólogo del libro La muerte íntima de Marié de Hennenzel, Francois Miterrand hace una interesante reflexión:

«En estos momentos parece que no hay lugar para la muerte. La cubrimos como si se tratase de algo sucio y vergonzoso. No vemos en ella más que el horror, el absurdo, un sufrimiento inútil y penoso, algo escandaloso e insoportable, cuando en realidad es el momento culminante de nuestra vida, su coronación, aquello que le confiere valor y sentido.

No por ello la muerte deja de ser un misterio insondable, un gran signo de interrogación que llevamos en lo más íntimo de nuestro ser. Sé que tengo que morir algún día, aunque no sepa cómo ni cuándo. Hay un rincón dentro de mí que conoce esta verdad. Sé que un día deberé decir adiós a los míos, salvo que sean ellos los que se vayan primero. Esta certeza, la más íntima y profunda que poseo, es paradójicamente aquello que tengo en común con el resto de los seres humanos. Es lo que hace que la muerte del prójimo me afecte y lo que me permite penetrar hasta el corazón de la única y verdadera pregunta: ¿qué sentido tiene mi vida?»

Tranquilo, no hace falta que contestes ahora, deja que vivan en ti las preguntas… como muy bellamente lo expresa Rainer María Rilke:

Ten paciencia con todo aquello

que no está resuelto en tu corazón

e intenta amar las preguntas mismas,

como cuartos cerrados y libros escritos

en un idioma muy extraño.

No busques ahora las respuestas,

que no se te pueden dar

porque no podrías vivirlas.

Y se trata de vivirlo todo.

Vive ahora las preguntas.

En el capítulo 2 transitaremos por el duelo y los cuentos. Hay mucha bibliografía y muy buena relacionada con el tema. También hay muchos cuentos referidos a esto. Este libro no pretende ser exhaustivo ni abarcar demasiado, pero sí dar unas pinceladas en el gran lienzo de la vida, la muerte y el duelo. De cada una de nuestras vidas.

Del duelo como de la muerte quisiéramos salir corriendo, pero es mejor mirarlos cara a cara que intentar escapar de nosotros mismos.

El duelo es esa experiencia de dolor, lástima, aflicción o resentimiento que se manifiesta de diferentes maneras cuando perdemos a alguien o algo significativo para nosotros.

Es decir, mejor llevarnos bien con él, porque la vida es cambio y los cambios siempre van acompañados de pérdidas. No se puede amar y pretender que no nos duela perder a quien queremos. O nos pierden o perdemos, o les duele o nos duele. Pero también ahí hay espacio para sonreír o volver a reír.

En este capítulo, de la mano de los cuentos y de explicaciones que nos faciliten la tarea, caminaremos por las tareas que nos propone el psicólogo William Worden y por otros aspectos de mi propia cosecha. El libro también está pensado para que sea útil a personas que están atravesando la cercanía de la muerte o el duelo y a quienes queremos ayudar y acompañar.

Gran parte de los relatos que aparecen en este libro son cuentos populares o cuentos de hadas de diferentes tradiciones y lugares del mundo. Otros son cuentos, historias o anécdotas actuales. Todos ellos se han seleccionado por las enseñanzas esenciales que nos trasmiten. Nos hablan en un lenguaje que va más allá y de forma más profunda que nuestra razón; dejémonos llevar por ellos para que nos lleguen y nos acaricien como una cálida brisa reconfortante, sin más, sin buscar explicaciones, simplemente viviéndolos, y por supuesto, contándolos. Leámoselos a nuestros niños, ya sean nuestros alumnos, hijos, nietos, sobrinos, amigos o vecinos. Será un momento de silencio en el alma entre el ruido cotidiano, en el que nuestro espíritu sonreirá y nos sentiremos un poquito mejor. Leamos éstos y otros cuentos, pues son un baño limpio de sabiduría.

El capítulo 3 está dedicado a la muerte, el duelo y los niños. El tema en niños es complejo porque su manera de elaborar el duelo está en relación con la manera de educar a ese niño para la vida. Es necesario y urgente abordar la vida. Enseñar al niño a perder y a ganar, a renunciar y a poseer, a tener y a ceder, como un aprendizaje previo para que, cuando llegue la realidad doliente de la pérdida de un ser querido, sepa, por extensión, renunciar y aceptar la situación.

Así que, junto a los cuentos que nos acompañan y nos habitan a lo largo del libro, también habrá una exposición de aspectos que nos pueden ayudar a preparar a nuestros niños para el duelo, es decir, a prepararlos para vivir.

Mi padre nos contaba cuentos cuando éramos pequeños. Me fascinaba ese momento en el que el príncipe luchaba contra la serpiente de siete cabezas intentando superar el tremendo peligro en el que se encontraba. Muchos años después he tenido la suerte de recuperar este hábito con mis hijos y seguir dejándome llevar por la magia que transmiten los grandes cuentos.

Y es que los cuentos de hadas hacen que los niños ansíen lo bueno y lo hermoso –¡sin tener jamás que sermonearles!– puesto que todos los niños aman siempre a los buenos espontáneamente y desearían ser como ellos, mientras que las brujas y los ogros les caen pésimamente. Además, los cuentos de hadas nos obsequian con otro precioso regalo que necesitamos muchísimo en nuestro paso por la vida: la fe inquebrantable en el poder de la transformación[1].

Y ahora quiero empezar este libro con un cuento que me recomendó mi hijo mayor y que creo que nos viene bien escuchar bajito y con calma.

B

El mensaje del anillo[2]

Érase una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:

–He encargado que me fabriquen un precioso anillo, para el que he conseguido uno de los mejores diamantes del mundo. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude también a mis herederos y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje breve, de manera que quepa debajo del diamante.

Todos los que escuchaban eran instruidos, grandes eruditos: podrían haber escrito grandes tratados, pero no un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudiera ayudar en momentos de desesperación total… Reflexionaron y buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que lo había sido también de su padre. La madre del rey había muerto de joven, y fue este sirviente el que cuidó de él. Por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

–No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje que tienes que llevar en el anillo. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión conocí a un místico. Era invitado de tu padre, y mientras estuvo en palacio, me pusieron a su servicio. Antes de marcharse, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey–. Pero no lo leas ahora –le dijo–, manténlo escondido en el anillo. Léelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a una situación.

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido, y el rey perdió su reino y emprendió la huida en su caballo para salvar la vida mientras sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: delante de él se abría un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trote de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino…

De repente se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: «Esto también pasará».

Mientras leía «Esto también pasará», sintió que se hacía a su alrededor un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o tal vez se hubieran equivocado de camino, pero lo cierto es que, poco a poco, dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido.

Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día en que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música y bailes… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

–Este momento también es adecuado: vuelve a leer el mensaje.

–¿Qué quieres decir? –preguntó el rey–. Ahora he vencido, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado y no me encuentro en una situación sin salida.

–Escucha –dijo el anciano–, este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: «Esto también pasará», y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba; pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.

Entonces el anciano le dijo:

–Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción es permanente. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la Naturaleza, porque son la naturaleza misma de las cosas.

B

Sin más, te presento el primer capítulo sobre la muerte y los cuentos.

Notas

[1] ÚRSULA GRAHL en el libro de SOFÍA PEREIRA, El arte de educar en familia. Ayudando a nuestros hijos desde su nacimiento hasta la mayoría de edad, editorial CCS, Madrid, 2001, p. 66.

[2] JOSÉ CARLOS BERMEJO, Regálame más cuentos con salud, Sal Terrae, Santander, 2008.

[3] ANA CRISTINA HERREROS, Cuentos populares de La Madre Muerte, Ediciones Siruela, Madrid, 2011, p. 8.

[4] GIBRÁN JALIL GIBRÁN, El profeta, ed. Alba, Madrid 1996, p.115.

[5] MARÍA ISABEL HERASO ARAGÓN, Viajeros en tránsito. Una perspectiva diferente de la muerte. Un regalo para disfrutar de la vida, ed. Fundación Internacional del Dolor, Madrid, 2010.

[6] P. COELHO, Maktub, ed. Planeta Deagostini, Madrid, 2001, p. 95.

[7] J. Y W. GRIMM, POR E. JERICHAU, Todos los cuentos de los hermanos Grimm, ed. Rudolf Steiner, Madrid, 2000.

[8] ANA CRISTINA HERREROS, Cuentos populares de La Madre Muerte, Ediciones Siruela, Madrid, 2011.

[9] J. Y W. GRIMM, POR E. JERICHAU, Todos los cuentos de los hermanos Grimm, ed. Rudolf Steiner, Madrid, 2000.

[10] Cuento popular asturiano conocido en muchas versiones. Recogido en Contáronmelo pa que lo contara por MILIA RODRÍGUEZ, Trabe, Oviedo 2001, aparecido en Cuentos populares de la madre muerte de ANA CRISTINA HERREROS, Siruela, 2011.

[11] UDO DE HAES, El niño y los cuentos, editorial Rudolf Steiner, Madrid, 1984, p.10.

[12] ELISABETH KÜBLER-ROSS, Sobre la muerte y los moribundos, ed. Grijalbo, 1993.

[13] Cuento de una versión veronesa que se basa en un cuento recogido en Cuentos populares italianos, ITALO CALVINO, Siruela, 1990 aparecido en Cuentos populares de la madre muerte de ANA CRISTINA HERREROS, Siruela, 2011.

[14] Cuento persa muy difundido en el mundo, recogido en diversas webs.

[15] Cuento popular de diversos lugares de Europa. En España lo he encontrado en diferentes versiones, la que trascribo está en Todos los cuentos de los hermanos Grimm, Editorial Rudolph Steiner, Madrid, 2000.

[16] Cuento encontrado en cuentos valencianos y canarios, similar a algunos cuentos recogidos por los hermanos Grimm. También se le conoce con el título de El peral de la tía Miseria.

[17] Este cuento se basa en una versión que recogen ENRIQUE P. GATÓN e IMELDA HWANG en Cuentos de la China milenaria, Anaya, Madrid 1987, aparecido en Cuentos populares de la madre muerte de ANA CRISTINA HERREROS, Siruela, 2011.

[18] Cuento tibetano publicado por MARÍA ISABEL HERASO ARAGÓN, Viajeros en tránsito. Una perspectiva diferente de la muerte. Un regalo para disfrutar de la vida, ed. Fundación Internacional del Dolor, Madrid, 2010.

[19] JOSÉ CARLOS BERMEJO, Estoy en duelo, ED. PPC, Madrid, 2005.

[20] El mito griego de Perséfone está basado en los datos que se ofrecen en diferentes entradas del Diccionario de mitología griega y romana, de PIERRE GRIMAL, Paidós, Barcelona 1965, aparecido en Cuentos populares de la madre muerte de ANA CRISTINA HERREROS, Siruela, 2011.

[21] MARÍA ISABEL HERASO ARAGÓN, Viajeros en tránsito. Una perspectiva diferente de la muerte. Un regalo para disfrutar de la vida, ed. Fundación Internacional del Dolor, Madrid, 2010, p. 125.

[22] Este cuento bosquimano tiene múltiples versiones en diferentes pueblos africanos. Esta versión se basa en Cuentos africanos de RENÉ BASSET, Olañeta, Palma de Mallorca, 2007 aparecido en Cuentos populares de la madre muerte de ANA CRISTINA HERREROS, Siruela, 2011.

[23] JOSÉ CARLOS BERMEJO, Estoy en duelo, ED. PPC, Madrid, 2005, p.12.

[24] ROBERT FISHER, El caballero de la armadura oxidada, ediciones Obelisco, Barcelona 2009.

[25] Mis maestras las cabras forma parte de una serie de artículos de la autora, CARMEN MORENO LORITE.

[26] WILLIAM WORDEN, El tratamiento del duelo. Asesoramiento psicológico y terapia, ed. Paidós, Madrid, 2010.

[27] JOSÉ CARLOS BERMEJO, Regálame más cuentos con salud, Ed. Sal Terrae, Santander, 2008.

[28] Este cuento tibetano se basa en una versión recogida en The Lazy Conman and other stories por AJIT BARAL, Penguin Books, Nueva Delhi, 2009, aparecido en Cuentos populares de la madre muerte de ANA CRISTINA HERREROS, Siruela, 2011.

[29] Poema de CARMEN MORENO LORITE.

[30] MARIÉ DE HENNEZEL, La muerte íntima, ed. Plaza y Janés, Madrid.

[31] DAVID SOLÁ, Lo siento, te amo. El milagro del amor creativo, ediciones Noufront, Valls, 2011.

[32] MARÍA ISABEL HERASO ARAGÓN, Viajeros en tránsito. Una perspectiva diferente de la muerte. Un regalo para disfrutar de la vida, ed. Fundación Internacional del Dolor, Madrid, 2010, p. 14.

[33] JOSÉ CARLOS BERMEJO, Regálame más cuentos con salud, Sal Terrae, Santander, 2008.

[34] MARISA MAGAÑA Y JOSÉ CARLOS BERMEJO, «Modelo humanizar» de intervención en duelo. Centro de Escucha San Camilo, Ed. Sal Terrae, Santander, 2013.

[35] Cuento recogido por JOSÉ CARLOS BERMEJO en Regálame más cuentos con salud, Sal Terrae, Santander, 2008.

[36] J. Y W. GRIMM, POR E. JERICHAU, Todos los cuentos de los hermanos Grimm. Ed. Rudolf Steiner, Madrid, 2000.

[37] Este cuento corso sigue una versión recogida en L´arbre d´amour et de sagesse. Contes du monde entier por HENRI GOUGAUD, Seuil, París, 1992, aparecido en Cuentos populares de la madre muerte de ANA CRISTINA HERREROS, Siruela, 2011.

[38] DVALENTÍN RODIL GAVALA, Los ritos y el duelo. Vivir tras la pérdida, Sal Terrae, Santander 2013.

[39] Relato de HANS CHRISTIAN ANDERSEN.

[40] JACK CANFIEL y MARK VICTOR HANSEN, Sopa de pollo para el alma, Ediciones B, Barcelona, 1997.

[41] JACK CANFIEL Y MARK VICTOR HANSEN, Sopa de pollo para el alma, Ediciones B, Barcelona, 1997.

[42] SOFÍA PEREIRA, El arte de educar en familia. Ayudando a nuestros hijos desde su nacimiento hasta la mayoría de edad, editorial CCS, Madrid, 2001.

[43] JOSÉ CARLOS BERMEJO, Regálame la salud de un cuento, Sal Terrrae, Santander, 2004.

[44] Nombrada en el libro de SOFÍA PEREIRA, El arte de educar en familia. Ayudando a nuestros hijos desde su nacimiento hasta la mayoría de edad, editorial CCS, Madrid, 2001, p. 66.

[45] MARÍA JEZABEL PASTOR NAVALÓN, Cuéntame un cuento, por favor, Dir. Gral. Familia –Comunidad de Madrid, 2006.

[46] CONSUELO SANTAMARÍA, El duelo y los niños, ed. Salterrae, Santander, 2010, p. 67.

[47] Malaquías y su perro, de Cuentos para el adiós de BEGOÑA IBARROLA, Ediciones SM, Madrid 2006.

[48] JOSÉ CARLOS BERMEJO, Regálame la salud de un cuento, Ed. Sal Terrrae, Santander, 2004.

[49] CONSUELO SANTAMARÍA, El duelo y los niños, ed. Salterrae, Santander, 2010, p. 16.

[50] NIGEL GRAY y VANESSA CABBAN, Osito y su abuelo. Ed. Timunmas, Barcelona, 2004.

[51] JACK CANFIEL y MARK VICTOR HANSEN, Sopa de pollo para el alma