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Destellos de la mente

Destellos de la mente

Cultiva lo mejor de ti mismo

Iván Albarracín Pastor

KOLIMA BOOKS

Primera edición: Febrero 2016

©2016 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autor: Iván Albarracín Pastor

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación de cubierta: Patricia Fuentes

Maquetación: Rocío Aguilar y Carolina Hernández A.

Conversión a libro electrónico: Patricia Fuentes

ISBN: 978-84-163645-9-6

Impreso en España

No hay camino para la paz.
La paz es el camino

Mahatma Gandhi

Nota del autor

Este libro ha sido escrito en libretas a mano mientras andaba. Se inició en diciembre del 2013 y se finalizó en noviembre del 2014. La mayor parte del mismo se escribió por la noche. Ha salido como inspiración directa del lugar donde estaba. Es la suma de 10 libretas, de las 13 que he escrito. Me desaparecieron 3 libretas grandes, los primeros 4 meses de trabajo.

La policía y la guardia civil me han parado muchas veces (eso sí, siempre con respeto y de forma amable) por la llamada de algún vecino, al verme con la mochila por la noche, andando y escribiendo. Es lógico y normal ya que no es una actitud muy común. Se puede ver como locura pero, ¡bendita locura!

En alguna ocasión he tenido algún chispazo fuerte y me he puesto a saltar de alegría o a gritar de entusiasmo… O me ha pasado que iba andando y he tenido que sentarme corriendo en cualquier sitio a escribir algo importante…

Escribiendo una de las libretas mi mente parecía un bol de palomitas del que salían todas las ideas a la vez. Sentí una explosión mental. Después, mi mente empezó a funcionar mucho mejor.

Hay muchas personas que me han regalado una dosis de sabiduría y han escrito en las libretas.

Una vez, una libreta se cayó entre dos piedras en una montaña y tardé 2 h y 45 minutos en recuperarla.

He estampado alguna libreta contra el suelo cuando tenía ganas de abandonar. Luego la he recogido corriendo.

Dependiendo del momento y de la situación, en las libretas aparecen hay diferentes tipos de escritura. Algunas de ellas están escritas con una letra horrible, otras con una letra normal, otras incluso con una letra bonita… No es lo mismo escribir en la mesa de casa que en la cima de una montaña, o estar parado o andando…

Mientras escribía este libro he rechazado muchas ofertas de trabajo, incluso cuando no tenía ningún recurso económico. Prefería dedicarle todo el tiempo a este proyecto hasta terminarlo.

En ocasiones he estudiado durante horas para escribir una única frase, o escuchado varios audios para hacer el resumen de lo que quería contar en un par de frases.

Algunas páginas las he escrito tras una meditación profunda de varias horas.

Tuve incluso una experiencia zen cuando un pájaro se posó en una libreta mientras escribía.

En algunas ocasiones me he perdido mientras escribía. Hubo un momento en que perderme me resultaba divertido, curioso… Así he descubierto muchas cosas nuevas.

Me las he visto y deseado para proteger las libretas de la lluvia. En una ocasión me tocó atravesar un río con la mochila en los brazos en alto para que no se mojase. En otra, secar una libreta en el secador de un baño público; otras veces cubrirlas con mi cuerpo porque no había nada con qué protegerlas...

Hay muchas personas que han escrito sus sueños e ilusiones en las libretas. Se las llevaban como un gran regalo. Imagino que algunas de esas personas todavía las conservarán.

He pasado algunos días sin dormir para escribir…

He visto muchos rostros de felicidad y de sorpresa en muchas personas que leían fragmentos sueltos del texto.

Hay frases que he tachado más de una treintena de veces…

El orden de muchos «chispazos» está puesto intencionadamente. Algunos se han puesto en cierta ubicación para distraer a tu mente, otros los he puesto entre medias de un tema totalmente distinto para acrecentar la atención hacia ese pensamiento o para que pase desapercibido, y que trabajes de forma inconsciente. Los he escrito con toda la intención, estando en el presente. Con la consciencia puesta en cada letra y en cada palabra. Puede que hubiera podido hacerlo mejor, pero así es como está.

Con este libro he disfrutado de muchas lloreras de gratitud. Algunas páginas de las libretas tienen sudor, lágrimas y risas. Creo que haber escrito estas libretas es el mejor regalo que podía hacerme a mí mismo. Me han brindado experiencias maravillosas y sorprendentes.

Para mí este libro ha sido muy importante, un gran reto superado.

Por todo ello, gracias.

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