Gracias, Finlandia

Qué podemos aprender del sistema educativo de más éxito

Xavier Melgarejo

 

Primera edición en esta colección: octubre de 2013

© Xavier Melgarejo, 2013
 © de la presente edición: Plataforma Editorial, 2013

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Cubierta:
 Agnès Capella Sala

Depósito Legal:  B. 26600-2013

ISBN:  978-84-158-8068-4

 

 

 

 

 

A Mireia Artigal, mi esposa, a la que quiero con todo mi ser. Sin su ayuda y afecto nunca hubiera podido terminar mi tesis doctoral, ni escribir este libro. A mis dos hijos Pau y David, gracias por vuestra existencia y afecto. Os quiero y os querré siempre, incondicionalmente.

Y a todos los niños y niñas que existen ahora, a los que lo fueron en el pasado, y a los que lo serán en el futuro, dedico este libro con todo mi afecto, con toda mi esperanza y fe en ellos y ellas, deseando que sean mejores que nosotros. Esta fe y afecto fue lo que me permitió terminar mi tesis sobre el sistema educativo finlandés en el año 2005 a pesar de las enormes dificultades que viví.

Contenido

Portada

Créditos

Dedicatoria

Prólogo de Auli Leskinen

Introducción

1. ¿Qué es un sistema educativo?

2. Finlandia: historia de un éxito educativo

3. Pruebas internacionales y niveles de excelencia del sistema educativo

4. El sistema educativo: un engranaje perfecto

5. El sistema educativo: un engranaje perfecto finlandés

6. Escenarios de futuro para el sistema educativo

7. El sistema educativo español: ¿historia de un fracaso?

Epílogo

Agradecimientos

Bibliografía

La opinión del lector

Otros títulos de la colección

Adolescentes «Qué maravilla»

Inteligencia musical

Reinventarse. Tu segunda oportunidad

Prólogo

 

Una soleada mañana de septiembre de 2012 se reunieron en la sede de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en Madrid, representantes de diversas universidades y consejerías de Educación y Cultura de varias comunidades autónomas españolas, junto con otros especialistas en educación españoles y finlandeses. La convocatoria provenía del Instituto Iberoamericano de Finlandia (IIF), uno de los dieciséis institutos culturales y científicos que Finlandia tiene fuera de sus fronteras. La misión del IIF, con sede en Madrid, consiste en facilitar contactos a artistas, científicos, gestores culturales y especialistas en educación entre Finlandia, la Península Ibérica y América Latina. Este instituto colabora con la embajada de Finlandia y con Finpro, oficina comercial de la embajada de Finlandia, en Madrid, en la gestación de actividades para distribuir conocimientos sobre la educación finlandesa.

Durante aquel primer seminario sobre el sistema educativo finlandés, en España se diseñó un proyecto amplio; una serie de seminarios para debatir y dar a conocer los éxitos y los retos del sistema educativo del país escandinavo. Debido al amplio conocimiento que posee sobre el sistema educativo de Finlandia y a su capacidad de aplicar dichos conocimientos al contexto español, el doctor Xavier Melgarejo Draper fue uno de los principales ponentes. Cabe destacar que, desde hace años, Melgarejo es nuestro apreciado colaborador en todo lo referente a educación. Como directora del IIF, es un orgullo para mí presentar aquí su nueva obra, Gracias, Finlandia. Qué podemos aprender del sistema educativo de más éxito.

El sistema educativo finlandés despierta interés en todo el mundo. Finlandia lidera el informe PISA y nuestro sistema educativo ha sido internacionalmente reconocido como uno de los de más alto desempeño a nivel mundial. Este hecho hace felices a sus ciudadanos, naturalmente, pero quiero destacar que Finlandia vislumbra nuevos retos en la educación, puesto que el sector educativo se enfrenta a transformaciones continuas por las constantes exigencias impuestas por la globalización, por la participación ciudadana y por la necesidad de aplicar eficientemente las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Gracias al sistema de educación igualitario, público y gratuito, los niños finlandeses de hoy estarán el día de mañana entre los profesionales más preparados del mundo. Sin embargo, no ha sido siempre así. Esto no lo ha predicho ninguna bola de cristal, sino que lo auguran datos objetivos. Desde que la OCDE comenzara en 2000 a elaborar su informe PISA, Finlandia ha acaparado los primeros puestos del podio en Europa por su excelente nivel educativo. Sin embargo, puede ser interesante saber que Finlandia realizó una profunda reforma educativa en las últimas cuatro décadas. Cabe recordar el hecho de que un sistema educativo es siempre un conjunto de diferentes influencias que una persona recibe desde el nacimiento hasta la edad adulta, a través de instituciones, profesores y organizaciones formales de una sociedad. Todos ellos transmiten conocimientos e influyen en su crecimiento social e intelectual. Este conjunto de valores, pautas e influencias constituyen precisamente el tema de la valiosa obra de Xavier Melgarejo.

Un par de palabras sobre Finlandia y los factores que llevaron a los distintos gobiernos a desarrollar un sistema educativo con rigor profesional, desempeño académico y competitividad internacional: el alto valor de la educación y el prestigio de los maestros en Finlandia posee una larga tradición. Después de la Segunda Guerra Mundial, la educación igualitaria para todos, desde la fase preescolar hasta los estudios académicos, constituyó un factor esencial en la difícil construcción de la sociedad del bienestar. Las familias aprendieron a valorar la educación como un paso adelante y como un vehículo de desarrollo. Y esto es algo que los finlandeses seguimos viendo así en la actualidad.

Finlandia es miembro de la Unión Europea desde 1995. Está situado en el nordeste de Europa y cuenta con una población de 5,4 millones de habitantes que ocupan una superficie de 338.424 km². La gran mayoría de la población se concentra en el extremo meridional y en el área metropolitana de Helsinki. Finlandia es el sexto país más extenso de Europa y el segundo con menor densidad poblacional de la UE. Las lenguas oficiales son el finés y el sueco. La lengua materna de la mayoría de los finlandeses es el finés, mientras que el sueco es la lengua de una minoría suecohablante que constituye un 5,6 % de la población total. En Laponia existen alrededor de 7.000 hablantes de lenguas del grupo saami. El bilingüismo es un valor extendido, y la competencia es obligatoria para todos, lo que impone la introducción de ciertos programas en ambos idiomas en la enseñanza de idiomas oficiales. Las diversas lenguas maternas de los inmigrantes implican, a la vez, que en el sistema educativo sean impartidos cursos en decenas de lenguas extranjeras. Cada niño finlandés tiene derecho a asistir semanalmente a clases específicas en su lengua materna.

Si resumimos los factores decisivos que a lo largo de los años han producido un alto nivel educativo en Finlandia, se podrían mencionar los siguientes: 1) Finlandia tiene un sistema educativo en el que las diferencias de rendimiento entre las distintas escuelas son pequeñas. En resumen: todos los alumnos aprenden bien. 2) Ser profesor es una profesión de prestigio y muchos jóvenes aspiran a ser educadores, si bien solo los más brillantes son seleccionados para ser maestros, y las exigencias para entrar en esta carrera son altas. 3) Por lo tanto, los finlandeses probablemente tengan el sistema de educación de docentes más competitivo del mundo. 4) Los educadores de Finlandia tienen un alto grado de autonomía profesional y disfrutan de las políticas de desarrollo profesional diseñadas para progresar en sus carreras. 5) Diferentes métodos producen diferentes resultados y, en Finlandia, los métodos de enseñanza son de gran rigor académico; los educadores enseñan menos tiempo y los estudiantes pasan menos tiempo estudiando. Sin embargo, los resultados son excelentes. 6) Casi todos los jóvenes, al llegar a los dieciséis años han recibido algún tipo de apoyo personalizado u orientación individual en sus estudios. 7) Los profesores están altamente comprometidos con su trabajo y su carrera, y generalmente no cambian a otros campos laborales.

Gracias a Xavier Melgarejo y a Plataforma Editorial por compartir el interés por mejorar la educación en España, en Finlandia, y en otras partes del mundo.

AULI LESKINEN

Directora

Instituto Iberoamericano de Finlandia

www.madrid.fi

Introducción

 

El sistema educativo español se encuentra en estos momentos en una difícil encrucijada provocada por un cambio radical en la política educativa del Gobierno del Estado, por los importantes recortes en los presupuestos dedicados a la educación, aplicados tanto por el Estado central como por las comunidades autónomas como consecuencia de la política de austeridad (mal entendida) implantada para paliar los efectos de la crisis económica y financiera, y por un fracaso escolar en aumento que se refleja en los resultados que obtienen los alumnos españoles en las pruebas internacionales (la más conocida de las cuales es el informe PISA, del que hablaremos más adelante), así como en la proliferación de jóvenes nini, que no estudian ni trabajan y que se verán abocados a un desempleo crónico por falta de formación y ausencia de oportunidades laborales para la mano de obra poco cualificada.

Ante los retos que plantea esta situación, el Gobierno ha emprendido la redacción de una nueva Ley de Educación, que se convertirá en la quinta de la democracia (véase cuadro 1) y que, tal como se está planteando, seguramente no resolverá nada, pero que viene a certificar una de las características esenciales del sistema educativo español: su inseguridad normativa en las últimas tres décadas.

Cuadro 1: Leyes orgánicas de Educación en España.

Sin entrar en consideraciones sobre el contenido e idoneidad de dichas leyes, que darían para varios volúmenes de análisis y discusiones y superan ampliamente el alcance de este libro, no parece que cambiar de media cada cinco o seis años la ley fundamental del sistema educativo sea el método más eficaz para garantizar la consolidación y el éxito del sistema. Tampoco lo es que la educación se encuentre permanentemente en el centro del debate político e ideológico entre los partidos políticos y los grupos de presión social, sin que exista un consenso básico y de mínimos sobre las características inamovibles que debería tener dicho sistema.

Si comparamos esta situación con otro de los pilares básicos del Estado del bienestar, la sanidad, vemos que en este campo España cuenta únicamente con dos leyes orgánicas: la Ley General de Sanidad de 1986 y la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud de 2003, que han dado la estabilidad normativa para consolidar uno de los sistemas públicos de salud de más éxito y reconocimiento en todo el mundo.

La constatación del fracaso del sistema y la situación actual de crisis económica y recortes presupuestarios han situado de nuevo la educación en el centro del debate político y social, de manera que este libro tiene como objetivo principal participar en esta discusión y aportar el punto de vista de una persona, el autor, que ha analizado durante muchos años el sistema educativo de mayor éxito mundial, el finlandés, que puede aportar las claves para una reforma en profundidad de la educación española.

 

«… no parece que cambiar de media cada cinco o seis años la ley fundamental del sistema educativo sea el método más eficaz para garantizar la consolidación y el éxito del sistema».

 

No obstante, este libro no está escrito para alimentar la literatura académica sobre el tema ni se dirige específicamente a estudiosos e investigadores de la educación, que ya tienen a su disposición mi tesis doctoral, El sistema educativo finlandés. La formación del profesorado de educación primaria y secundaria obligatoria, presentada en la Universidad Ramon Llull de Barcelona. Tampoco está destinado prioritariamente a los docentes ni a los políticos que deben tomar las decisiones sobre la reforma de la educación, sino que pretende llegar a todos los ciudadanos que están preocupados por la mejora de la educación en nuestro país.

Empecé a interesarme por el sistema educativo de Finlandia a principios de 1991. Yo trabajaba entonces como psicólogo escolar en el colegio Claret de Barcelona, un centro religioso concertado. Como en casi todas las escuelas de España, teníamos un fracaso escolar cercano al 20%, con muchos alumnos que a pesar de todos nuestros esfuerzos no se graduaban. La mayoría de esos alumnos tenían graves dificultades en competencia lectora. Tras probar diversas vías que no fructificaron, leí una publicación internacional donde se constataba que los alumnos finlandeses ya tenían por esa época los mejores resultados en comprensión lectora del mundo. Los alumnos japoneses tenían resultados parecidos. Los resultados españoles eran malos. Me interesó el modelo finlandés por su enfoque a la vez en la equidad y en la calidad, lo que lo diferenciaba del japonés. Como europeo, el modelo me gustaba porque compartía esos valores. Aunque empecé en el año 1992, terminé mi tesis en el 2005. La razón principal por la que tardé tanto tiempo fue financiera. No pude conseguir ninguna ayuda oficial ni del Gobierno central ni de la Generalitat de Catalunya. La función de orientador psicopedagógico en un centro concertado no era reconocida por las autoridades, y al no reconocer mi existencia educativa, no tenía ninguna posibilidad de recibir becas ni ayuda de ningún tipo. Tampoco pude conseguirla por la Administración catalana, ya que quise hacer el estudio en castellano. Yo quería que me leyeran en todo el estado para poder ayudar a mejorar todo el sistema educativo y colaborar en la lucha contra el fracaso escolar en España. Pero como dicen los finlandeses, menos es más. Tardé mucho tiempo, pero lo aproveché para profundizar en el sistema finlandés y reflexionar sobre él, para leer a sus historiadores, educadores y literatos, escuchar a sus músicos, conocer a sus artistas y visitar repetidamente su país, y amarlo intensamente.

El fracaso escolar es uno de los mayores problemas de nuestro estado. Más del 30% de los alumnos abandonan sus estudios y con ellos sus posibilidades de mejora económica, social y humana. Con la crisis económica actual, el problema se hace aún más intenso. Asociado a esto, otro grave problema de nuestro país es que la mitad de los españoles tienen un nivel de estudios bajo, la mayoría no ha pasado los estudios básicos obligatorios. Ningún país avanzado de la OCDE, que tenga un paro bajo y quiera desarrollar una sociedad del conocimiento, tiene estas dos variables tan negativas. No debe confundirse el fracaso escolar con el nivel de competencias, aunque tengan una importante correlación. Con los datos en la mano, el fracaso escolar español es escandaloso, pero tenemos un nivel medio de competencias lectora, matemática y científica buena para lo que este país invierte en educación. Debemos disminuir el fracaso escolar como prioridad y a la vez mejorar los niveles de excelencia.

En mi etapa como director del colegio Claret de Barcelona, conseguimos que la tasa de no graduación pasara del 20% al 1%. Así pues, el 99% de los alumnos se graduaban y los niveles mejoraron. Sin más recursos que otros centros. Esta experiencia demuestra que dichos objetivos se pueden conseguir.

Quisiera, en este sentido, poder transmitirle al lector la enorme trascendencia que puede representar para nuestro país conseguir una educación de calidad y equidad y que tomara conciencia de la importancia de su participación. Para ello tal vez deberá poner en duda algunas creencias que la mayor parte de nuestra sociedad tiene sobre el hecho educativo. Debemos aprender a dudar, a buscar todos los datos y evidencias y no esconder todo lo que no cuadre con nuestras creencias. Normalmente buscamos solo las evidencias que corroboran nuestras creencias, pero el pensamiento científico no funciona así. Debemos ponerlo todo sobre la mesa, y buscar un modelo que explique la mayor cantidad posible de fenómenos que vemos, en este caso sobre la educación. En mi estudio original comparé el caso finlandés con el español, pero a la vez con los sistemas sueco, danés y noruego. El objetivo era poder descubrir, por contraste comparativo con los países más parecidos a Finlandia, las variables más diferenciadoras de este país. En este libro podrá encontrar algunas referencias a ese estudio comparativo.

El segundo de mis objetivos es participar en el debate sobre qué es un sistema educativo, proponiendo un modelo conceptual que se ajusta más a mi idea de lo que debe ser dicho sistema. Todo el mundo habla sobre el sistema educativo, pero el concepto en sí de lo que es no está claramente definido. Explicaré brevemente los tres modelos que existen y me posicionaré en uno de ellos, sobre el que construí mi tesis doctoral y este libro. Una de las razones por las cuales pueden fracasar muchas de las reformas educativas es que quienes toman decisiones no tienen claro qué es un sistema educativo. Muchos de nuestros consejeros y ministros de Educación creen, como la mayoría de la población, que «con cuatro medidas, esto lo arreglo yo». Se parte de la creencia de que quienes dirigen el sistema tienen todas las palancas para modificarlo, pero la evidencia les demuestra una y otra vez que no es así. Mi propuesta principal en este sentido es que debe ser la comunidad educativa la que cree los mecanismos de mejora del sistema. Esto es lo que se hizo en Finlandia en la década de 1980 y luego redactaron leyes para regularlo, leyes que no han tocado porque gozan de un gran pacto nacional por la educación.

Mi tercer objetivo es conseguir clarificarles las razones por las cuales el sistema educativo finlandés es realmente relevante e interesante. ¿Qué resultados objetivos permiten ver que se trata de un modelo interesante y que vale la pena profundizar en él?

 

«Mi propuesta principal en este sentido es que debe ser la comunidad educativa la que cree los mecanismos de mejora del sistema».

 

El cuarto de estos objetivos es describir el sistema educativo finlandés y explicar resumidamente cómo y por qué funciona de una forma determinada (si se quiere profundizar en este apartado, recomiendo leer los volúmenes 1 y 2 de mi tesis doctoral). Quisiera compartir con usted, querido lector o lectora, mi conocimiento del sistema educativo finlandés, y las preguntas y dudas que este estudio ha hecho nacer en mí sobre mis creencias preconcebidas sobre el hecho educativo. Este libro no es una descripción exclusiva del sistema educativo finlandés. Uno de los capítulos más importantes es sobre la formación inicial del profesorado. Ser profesor es un honor, ya que trabajamos con el bien más preciado del país: nuestros niños y niñas.

El quinto objetivo es dar pistas de cómo podemos orientarnos sobre nuestra realidad educativa. ¿Dónde estamos en la actualidad educativamente? ¿En qué modelo educativo encajamos nosotros y en cuál encaja Finlandia? Por ello analizaremos brevemente seis escenarios educativos que, tal como plantea la OCDE, estructurarán los sistemas educativos en la primera parte del siglo XXI.

Finalmente, quisiera también dar un paso más y marcarme como objetivo proponer o sugerir alternativas de mejora para el sistema educativo español para lo que previamente me posicionaré escogiendo diversos escenarios en los que quisiera que se desarrollase. Pero igual que un olivo no puede crecer en Finlandia, tampoco nosotros podemos extrapolar todo cuanto va a leer y aplicarlo o copiarlo aquí. Sería un error. Nuestro ecosistema social no lo permitiría. Pero, siguiendo el ejemplo del olivo, podemos saber cómo es la vida en Finlandia y cómo es en España, y aprender mejor cómo funciona la vida en general, y a partir de ello sacar el mayor partido a lo que tenemos, y tal vez probar algún injerto.

 

«Ser profesor es un honor, ya que trabajamos con el bien más preciado del país: nuestros niños y niñas».

 

Pero este libro no está cerrado, usted puede, con su experiencia y su conocimiento, construir sus propuestas de mejora del sistema educativo a través de las reflexiones que presento. Para realizar esta última parte personalmente le propongo que encaje sus propuestas en uno o varios de los escenarios explicados en el capítulo correspondiente. Quisiera agradecerle su interés y desearle que en estas páginas encuentre ideas sugerentes sobre la educación y encontremos juntos propuestas para mejorar.

Nuestros hijos e hijas son nuestro bien más preciado, el tesoro nacional. Ellos y ellas son nuestros «bonos del Tesoro» a veinte años. Quisiera transmitirle la importancia de invertir en esos bonos del Tesoro nacional. Esta inversión no debe ser solo económica, debe ser en tiempo, en ilusión, en valores, en la transmisión de afecto incondicional hacia ellos y ellas (independientemente de su origen, clase social, sexo, raza o creencias religiosas, etc.), con normas y límites bien identificados.

A todos esos niños y niñas dedico este libro con todo mi afecto, con toda mi esperanza en ellos y ellas, deseando que sean mejores que nosotros. Esta fe fue lo que me permitió terminar la tesis doctoral, origen primigenio de este libro, a pesar de las enormes dificultades que tuve que superar para concluirla.

«Nuestros hijos e hijas son nuestro bien más preciado, el tesoro nacional. Ellos y ellas son nuestros “bonos del Tesoro” a veinte años. Quisiera transmitirle la importancia de invertir en esos bonos del Tesoro nacional».

 

Intenté publicar este libro en diversas ocasiones, pero no lo conseguí porque a las editoriales no les interesaba, aunque sí realicé numerosas intervenciones en universidades y medios de comunicación. Hace dos años me diagnosticaron un cáncer de pulmón, con unas metástasis muy dolorosas en los huesos, a pesar de no ser fumador. Mi fin parecía cercano, ya que el pronóstico médico inicial era desfavorable. Pero encontré una manera de sobrevivir, al menos un tiempo más, desconozco si podré vivir tres meses o tres años. Buscando alternativas con mi familia, descubrí que existían mutaciones genéticas que explicaban algunos casos de cáncer de pulmón, y decidí arriesgarme y hacerme unas pruebas que confirmaron dicha mutación. Hay una medicación que paraliza temporalmente mi mutación, gracias a la cual sigo vivo. En este período decidí compartir con mis compañeros, mis alumnos de la escuela y los padres y madres mi vivencia ante la adversidad. Josep Maria Cervera, director de la editorial Claret, me convenció de que tenía que contarlo en un libro. En mi estado muy limitado, él me ayudó y finalmente lo publicamos conjuntamente: Ante la adversidad, amor y libertad, de la editorial Claret (2012). Así fui plenamente consciente de que a pesar de todas mis vicisitudes había tenido una vida bella, llena de amor y de conocimiento. Tras un momento de duda existencial, mi fe se intensificó. Decidí luchar y hacer de mi pequeña vida una vida aún más bella en el final. En una entrevista que me realizó el periodista Josep Corbella en el diario La Vanguardia explicó mi experiencia ante la adversidad y un editor, Jordi Nadal, contactó conmigo para que publicara el libro sobre Finlandia, pero quería que fuera asequible para toda la población. Cuando me recuperé parcialmente para volver al trabajo, lo hice como psicólogo escolar, dejando la dirección del centro. También me di cuenta de que no podía hacer el libro solo. Jordi Nadal contactó con Francisco García, quien me ha ayudado a elaborarlo. Con él he pasado muchas horas grabando mis pensamientos, fruto de los cuales es este libro, que queda como testimonio de mi lucha por mejorar la educación en España.

En este libro verá resumidamente cómo los finlandeses han construido con amor y energía su sistema educativo. Si usted cree que vale la pena invertir en la educación, le aconsejo que lea el libro hasta el final. Gracias por leerlo, reciba de mi parte un fuerte abrazo.